Rajoy impone el silencio como solución a su primera crisis
"Mariano Rajoy tiene una virtud especial. Donde todo el mundo ve un círculo él sólo ve la tangente a la circunferencia. No es una crítica, le ha ido estupendamente con esa habilidad. Pero los problemas, a veces, exigen mirar dentro del círculo". Esta definición del nuevo líder popular la hizo hace pocos días, de forma privada, una de las cinco o seis personas más relevantes dentro del PP. Sirve para entender cómo ha encarado Rajoy su primera crisis.
"El método que tenía [José María] Aznar para solucionar los conflictos en el partido es conocido por todos. Se sabía que, de forma inopinada, soltaría una frase que caería como un hachazo entre los contendientes: podía darle la razón a uno, a otro o a ninguno de los dos. Ahí se acababa el asunto. Ahora hay un nuevo líder y tendremos que esperar a ver cuál es su método". Esta reflexión es de otro dirigente del PP que conoce bien a Aznar y a Rajoy y que no quiso aventurar cuál sería la salida: "Habrá que verlo, pero no sólo se solucionan problemas dando los mandobles de Aznar".
Aparentemente, el método ha sido el silencio precedido por un mensaje ambiguo de Rajoy en Tele-5 que, también aparentemente, daba la razón a Ruiz-Gallardón frente a Rodrigo Rato en su polémica sobre la subida de impuestos en Madrid. "Cuando los mensajes son ambiguos, las interpretaciones son libres y se da, aun involuntariamente, imagen de lío", comenta un joven diputado popular que ve con bastante distancia la primera crisis de su nuevo líder. Esa libertad de interpretación fue constatada por Rajoy el pasado jueves: "He leído tres interpretaciones distintas", respondió para restar relevancia a cualquiera de ellas: "Y yo doy por zanjado el tema".
El "órdago"
"La solución elegida por Rajoy era la única posible. Alberto le echó un órdago a la grande con esa amenaza de que o le respaldaba o se iba, y Mariano no ha querido entrar. Tampoco podía aceptar el órdago porque no podemos permitirnos ese lío en Madrid cuando acabamos del salir del follón de la Asamblea", comenta otro diputado madrileño, que advierte: "Yo estoy seguro de que Rajoy le pasará esta factura a Gallardón".
Un secretario regional "admirador de cómo llevó Rajoy la campaña de 2000" estima que la ambigua solución que ha dado su líder a la crisis es "muy de él". Y pronostica que esa será su actitud hasta marzo: "Le conviene un perfil bajo, porque ése es su carácter y porque lo más importante es no movilizar al electorado de izquierdas, que está muy desmotivado con Zapatero". Pero añade: "Es verdad que las estrategias de Rajoy funcionaban bien cuando las ejecutaba Aznar. Ahora, habrá que ver".
