2.000 personas desfilan en Valencia por la integración y contra la cuarta reforma de la ley de extranjería
Unas 2.000 personas, según la Policía Local (y hasta 4.000 según los organizadores), desfilaron en la mañana de ayer a lo largo de las principales arterías de la ciudad de Valencia para denunciar "el recorte de derechos" que lleva aparejada la nueva reforma de la ley de extranjería que se debate en el Congreso, la cuarta reforma desde que se aprobó la ley en enero de 2000. Extranjeros de diversas nacionalidades, en su mayoría latinoamericanos, marcharon tras una primera pancarta con la consigna: "Tenemos trabajo, queremos papeles", en castellano, valenciano y árabe.
Mohamed Amin, portavoz de la Mesa d'Entitats de Solidaritat amb els Inmigrants, y Carlos Taboada, coordinador del Foro Alternativo por la Inmigración, identificaron el número de modificaciones del texto legal con el fracaso original de su concepción y apostaron por trasladar una imagen positiva de los inmigrantes como mejor vía para la intregración.
Ambos portavoces rechazaron expresamente una novedad que recoge la ley que permite a la policía consultar los datos del padrón de los inmigrantes. Por un lado, los extranjeros que no tengan permiso de trabajo después de tres meses de permanencia en España pueden ser expulsados; por otro, los que no están empadronados no pueden disfrutar de servicios médicos básicos. Como resultado, ambos pronostican una creciente marginalidad del colectivo de inmigrantes sin papeles que renunciarán a servicios básicos ante el temor a ser expulsados del país.
La marcha, que transcurrió sin incidentes, se cerró con la lectura de un manifiesto en la Plaza de Jaume I, en la que los portavoces instaron a los ayuntamientos a negar a la policía los datos de los inmigrantes registrados en el padrón municipal y a aprobar mociones contrarias a tales procedimientos porque "el recorte de los derechos de los inmigrantes es el primer paso para el debilitamiento de los derechos de toda la ciudadanía".
Mientras latinoamericanos, marroquíes o rumanos desfilaban por Valencia contra la reforma legal, un grupo de ciudadanos palestinos levantaba en la plaza de la Virgen un remedo del muro que Israel construye en torno a los territorios palestinos. Decenas de personas condenaron los asentamientos judíos en suelo palestino y las obras del muro convocadas por el Partido Comunista de los Pueblos de España.
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