El alcalde sube los impuestos
Entró en la Comunidad de Madrid con una deuda irrisoria y nos dejó endeudados para varias generaciones; entra en el Ayuntamiento y hace lo que sólo sabe hacer, endeudarnos. Es por esto por lo que los madrileños tenemos dos hipotecas, la voluntaria y unilateral de nuestra vivienda y la que nos impone este "excelente" regidor.
Dados a conocer los presupuestos municipales de 2004, como nos tiene acostumbrados, tienen la virtud de ocultar más de lo que muestran.
Han optado por conjugar a efectos de camuflaje las ordenanzas fiscales, aquellas que determinan la presión fiscal que habremos de soportar con el anteproyecto de presupuestos, de forma tal que dando más prestancia a los gastos, sus obras y las de sus amigos, pase más desapercibido que en mandatos anteriores lo que para los madrileños es determinante, cuánto les cuesta el Ayuntamiento.
No es casual lo anterior, y menos aún que se haga público el proyecto fiscal justo el día después de las elecciones autonómicas bis. ¡Cómo van a incurrir en el error de demostrar que su promesa de reducir impuestos se contradice con su práctica de aumentarlos!
Veamos cómo actúan.
En primer lugar, se preguntan qué tipo de bienes son los más generalizados o apreciados, los que numérica y cuantitativamente son los mas extendidos o demandados, concluyendo que los automóviles y las viviendas, e inmediatamente establecen que éstos han de ser los bienes que han de soportar los mayores incrementos de la fiscalidad y por lo tanto serán los que les habilitarán para obtener unos incrementos en la recaudación que les permitan cumplir los compromisos de inversión a los que tienen acostumbrados a sus amigos.
No tiene la menor importancia que sean precisamente los sectores que más problemas presentan en la vida de los madrileños, el tráfico y la vivienda, lo que importa es que hasta dentro de cuatro años no hay elecciones y ahora es el momento oportuno.
Pero hay más; si se indaga en el autoconsumo que sobre la totalidad presupuestada por el Ayuntamiento de Madrid se realizará,llegamos a la sorprendente cifra del 70 %, lo cual significa que de cada 100 euros que el Ayuntamiento gasta, 70 se los gasta en sí mismo.
Tan sólo me queda un "altissimo" consuelo. Yo, ni le creí ni le creo, y por lo tanto no les voté, me regocija imaginar el "altissimo" contento en que se han de encontrar aquellos que le creyeron y votaron y ahora se encuentran con esto.
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