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La falta de peticiones deja sin gastar del todo la ayuda a Irak

Varias ONG rehúsan pedir la subvención estatal por desacuerdo con el Gobierno

Patricia Ortega Dolz

De los 6,5 millones de euros de ayuda humanitaria que el Gobierno, a través de la Agencia Española de Cooperación (AECI), destinó a Irak para ser repartida por las ONG, aún queda un porcentaje sin gastar. La AECI ha reconocido este hecho sin concretar la cantidad, pero podría tratarse de varios millones de euros. "Algunas ONG prefirieron obtener subvenciones por otras vías, y aún queda algún dinero. Pero seguimos repartiendo", dice el secretario de Estado de Cooperación, Rafael Rodríguez Ponga. Algunas ONG afirman que no han solicitado la ayuda por ser contrarias a la posición del Gobierno en la guerra.

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La Coordinadora de ONG recuerda que no es una cuestión de preferencia sino de principios. "En el mes de marzo hicimos público un manifiesto recomendando a las organizaciones no aceptar dinero del Gobierno por ser contrarios a la posición que éste había mantenido en el conflicto iraquí; muchas siguieron la recomendación, no solicitaron subvención y, en consecuencia, no han ejecutado todo el presupuesto previsto", explica su presidente, David Álvarez.

La reciente Conferencia de Donantes celebrada en Madrid a finales de octubre con la presencia de más de 70 países y con el objetivo de recabar fondos para la reconstrucción de Irak ha reabierto este debate sobre la cooperación y la ayuda humanitaria española: sobre su cuantía, su transparencia y su calidad.

El informe sobre "La Realidad de la Ayuda", presentado la semana pasada por Intermón Oxfam, ha aumentado la polémica por denunciar que, al no existir una partida extraordinaria para Irak, se retraerían fondos de otros proyectos en otros países.

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"Las organizaciones que preservamos ante todo la independencia y la neutralidad de nuestro trabajo no quisimos participar en el reparto de fondos y el Gobierno, para limpiar su imagen, ha tenido que recurrir a otras organizaciones que no se caracterizan tanto por la independencia y que no tienen tanta experiencia en la región ni en acciones de ayuda humanitaria, con lo que se merma la calidad de la ayuda", dice Eva Quintana, portavoz de Intermón.

Rodríguez Ponga insiste en que no han recibido solicitudes de algunas organizaciones, "que han preferido otras vías como las comunidades autónomas. Pero sí de otras.Y, de las solicitudes que han llegado a la AECI -encargada de gestionar la política española de cooperación internacional para el desarrollo-, hemos aceptado casi todas". Y reconoce: "En Irak ciertamente muy pocas ONG españolas tenían experiencia. De nuestra previsión inicial, efectivamente, quedaba algún dinero sin ejecutar pero se sigue repartiendo. Vamos a ver cómo están las cuentas a 31 de diciembre, no lo íbamos a gastar todo de golpe".

Si los números de la página web de la AECI son fiables, como asegura Rodríguez Ponga, de los 6,5 millones comprometidos para ayuda humanitaria sólo estarían en ejecución 3,5, por lo que restarían otros tres. No obstante, el propio secretario de estado no supo concretar de qué cantidad se trataba y se limitó a decir que "quedaba algún dinero".

Las organizaciones que están en estos momentos "ejecutando" los fondos de la AECI en proyectos de ayuda humanitaria son seis, entre ellas: ADRA (Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales), subvencionada con 480.000 euros y, según su presidente, Rafael Calonge, "con experiencia en la reconstrucción de escuelas y pueblos en el norte de Irak desde 1994 y con una delegación en Bagdad con seis personas desde el mes de junio que ahora continúan allí y realizan una labor más humanitaria"; Cruz Roja, con 1,7 millones de euros entre la española (CRE) y el Comité Internacional: "Cuando la ayuda procede de un Gobierno democrático, procede de los ciudadanos españoles, es una ayuda limpia y nosotros la aceptamos", explica Antoni Bruel, coordinador general de CRE; Fundación Promoción Social de la Cultura, con 250.000 euros, que desarrolla, entre otros, "un proyecto de refugiados iraquíes huidos del régimen de Sadam Husein en Jordania -donde trabajan desde hace años, como en Líbano y Palestina-, y hemos enviado un delegado para detectar posibles proyectos", dice su presidente, Juan Kindelán.

Además de esas ONG, se encuentran la Fundación Iberoamérica Europa, con una subvención de 601.000 euros; Fundación Humanismo y Democracia, con 130.000 euros, y Mensajeros de la Paz, con 300.000 euros.

El resto de organizaciones presentes en la zona, como Médicos del Mundo o Médicos Sin Fronteras, han obtenido subvenciones por otras vías (Europa, comunidades autónomas...) y mantienen su actividad humanitaria, si bien han optado por retirar al personal expatriado por la creciente inseguridad.

Según la AECI, de los 33.000 millones de dólares comprometidos por los países en la Conferencia de Donantes, España dedicará en total 256 millones de Euros (300 millones de dólares), de aquí a 2007, a la reconstrucción del país árabe. A la AECI le corresponderán 75 millones de euros, según Rodríguez Ponga. "Eso supondría 15 millones de euros al año hasta 2007. Nuestro presupuesto es de unos 350 millones, luego estamos hablando de que destinamos a Irak un 4% y, por tanto, no se excluye ninguna ayuda ya comprometida. Lo cogemos del colchón que tenemos para emergencias, del mismo modo que se hizo con el huracán Mitch", explica y responde así a las críticas sobre el reparto de la ayuda realizadas por Intermón.

Pero esta organización insiste: "Según fuentes de Exteriores, al no aprobarse financiación extraordinaria, los recursos para Irak tendrán que ser desviados de programas previstos para otros países". Alguien miente.

La policía iraquí evacua a un hombre, herido en la sede internacional de Cruz Roja en Bagdad.
La policía iraquí evacua a un hombre, herido en la sede internacional de Cruz Roja en Bagdad.REUTERS

ONG, en el punto de mira

La invisible pantalla protectora de la acción humanitaria se ha roto. El coche bomba que explosionó el lunes contra la sede de Cruz Roja en Bagdad provocó, además de la muerte de 12 iraquíes y el cierre, ayer, de sus oficinas en la capital iraquí y en Basora, un desconcierto en las ONG que trabajan en la zona al verse atacado el símbolo de la neutralidad. La mayoría de ellas ha optado por retirar al personal expatriado de la zona y mantener su asistencia con personal local. Algunas, como Médicos del Mundo, incluso han retirado sus logos de los vehículos y tratan de pasar inadvertidos en el desorden instaurado tras la oleada de ataques terroristas del lunes, que convirtió a las organizaciones de ayuda humanitaria en objetivo terrorista.

¿Qué ha pasado? Según David Álvarez, presidente de la Coordinadora de ONGD, el problema es que los militares han copado el espacio humanitario al calificarse su misión, desde el Gobierno, de "humanitaria". "Pero no puede ser el mismo el avión que lanza bombas que el que lanza comida. Se ha producido una quiebra de la imparcialidad y la neutralidad, que es uno de los principios básicos de la acción humanitaria. El humanitarismo tiene que ser defendido por organizaciones independientes, pero se ha instrumentalizando y ahora se han convertido en objetivos de la resistencia iraquí las propias ONG", dice. No obstante, según un portavoz de Médicos del Mundo, la autoría de los atentados es atribuida casi unánimemente a "agentes externos", no a la resistencia iraquí.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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