Instinto democrático

"Muchos de nosotros no hemos elegido el compromiso político y ciudadano en el País Vasco. No lo hemos hecho tras una decisión meditada sino por instinto democrático", admitía ayer abiertamente en Valencia Maite Pagazaurtundua, edil socialista en Urnieta, localidad guipuzcoana de 4.700 habitantes, hermana del policía asesinado por ETA el pasado 8 de febrero en Andoain, Joseba Pagazaurtundua y fundadora del movimiento ciudadano ¡Basta Ya!.

No es fácil ser concejal o, en general un político por un partido no nacionalista en el País Vasco, sobre todo en los pueblos más pequeños. "No sólo te retiran el saludo, como se hacía el siglo pasado con los judíos, sino que tu casa aparece con pintadas cada dos por tres, te incendian el coche, a veces la casa....; un goteo diario que no te deja vivir", relató la concejala, ponente junto a otra decena de ediles vascos del ciclo de conferencias organizado por la Fundación Profesor Manuel Broseta bajo el título Concejales bajo la amenaza terrorista.

"Cuando en el País Vasco se lucha verdaderamente por las libertades uno está amenazado", agregó Pagazaurtundua. Y, a pesar de todo, continuó la edil, "existen personas que todavía se atreven a ser concejales, que defienden sus ideales por encima de las presiones del entorno, que saben que es necesario afrontar el miedo directamente".

Del Plan Ibarretxe, la edil dijo que es "una estrategia tramposa que se hace además desde las instituciones vascas", lo que, a su modo de ver, ofrece una ventaja al PNV porque está abusando de su poder en las instituciones. Y fue todavía más allá: "Muchos ciudadanos de a pie no pueden entender que sus instituciones le traicionen". En el fondo del Plan, recalcó Pagazaurtundua, que definió el plan como "un experimento de ingeniería social". "El nacionalismo vasco tiene miedo de que con la paz su mundo quede periclitado y está convencido que éste es su momento para jugar al chantaje con la sociedad".

La concejala de Urnieta insistió, no obstante, en que el plan "es un proceso abierto", por lo que animó a la sociedad vasca a desembarazarse de la coraza hipócrita frente al terrorismo y a protagonizar una rebelión ciudadana. "En el País Vasco es muy fácil vivir si uno cierra los ojos y se tapa la boca y los oídos, pero el compromiso ciudadano no pasa por ser ciegos, ni sordos ni mudos, ni tampoco por ceder ante el terror de ETA".

"Estamos viviendo una etapa de calma porque ETA está muy débil", apuntó la concejala de Urnieta. "Antes había una red tremenda de liberados, que no ha desaparecido, pero a la que la pérdida de algunas piezas está desmovilizándola". Y en esta defensa de las libertades, Pagazaurtundua citó el esfuerzo del Foro de Ermua, de ¡Basta Ya!, de los intelectuales "que escriben sin desfallecer", de los periodistas, de los jueces y de los ertzainas.

Al otro lado, entre el público, escaso en número, escuchaban el delegado del Gobierno, Juan Cotino, el organizador del ciclo José María Jiménez de Laiglesia y el consejero de Cultura, Esteban González Pons -sentado junto a la edil Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995-, que, poco antes, en la apertura de la jornada, que acaba hoy en el Rectorado de la Universitat de València, destacó que "los proyectos de limpieza ideológica nunca serán compatibles con la libertad".