José Bono dice que a Jordi Pujol "no le rige la cabeza" y luego se disculpa

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, consideró ayer que a su homólogo catalán, Jordi Pujol, "le hace mucha falta descansar" porque "últimamente no da pie con bola" en sus manifestaciones y "no le rige la cabeza del todo". Anoche, Presidencia de la Generalitat recibió una carta de disculpa que, en palabras de un colaborador de Pujol, era un poco extraña, pues Bono decía que las afirmaciones las había hecho en tono coloquial. En la nota, transmitida por Efe, Bono aseguraba que nunca ha pretendido ofender la capacidad personal de Pujol, sino sólo criticar "la falta de sentido común político" de la propuesta del presidente catalán de que las viudas de esa comunidad deben cobrar más pensión que en otras regiones.

Las declaraciones que desencadenaron la polémica fueron efectuadas a RNE, y en ellas dijo: "Ésta es la prueba del nueve de que a Pujol la cabeza no le rige del todo". Añadió que se puede presentar un plan como el del lehendakari, Juan José Ibarretxe, "para atentar contra la legalidad constitucional, y también se pueden hacer declaraciones que no atentan contra nada, excepto contra el sentido común".

El presidente castellano-manchego subrayó que "está bien que lo deje Pujol", ya que después de 23 años de gobierno nacionalista en Cataluña "no viene mal una opción más progresista, más solidaria y un cambio", que, a su juicio, llevará a cabo el candidato socialista, Pasqual Maragall.

En su disculpa posterior, Bono recordaba a Pujol: "Nunca nos hemos faltado al respeto. Mi respuesta nace del convencimiento de que tus declaraciones van contra un principio que para mí es básico: la radical igualdad en dignidad y ante la ley de todos los españoles, independientemente de que vivan en Cuenca o Cataluña, como ya tuve ocasión de recordarte hace unos meses".Jordi Pujol respondió ayer por la noche desde Girona a las invectivas de Bono, informa Isabel Obiols. En un mitin ante un millar de personas, el presidente de la Generalitat, en un tono irónico y duro, comentó a su público la carta que le envió el presidente manchego y le hizo contínuas apostillas. Así leyó: "Al parecer, mis declaraciones [las de Bono] ha ofendido al candidatio de CiU, Artur Mas". "¿A mí no?", se preguntó el destinatario de las manifestaciones. "¿Me tiene por un mesell (insensible), por un imbécil?", continuó. Siguió leyendo la carta de Bono: "Nunca nos hemos faltado al respecto". "¿Hasta hoy, no?", apostilló Pujol. En la misiva, Bono compara a Mas con Pujol y le dice a éste: "Usted tiene más cordura". "La gente que ahora me alaba lo hace porque me voy y para rebajar a Mas", sentenció.

No sólo Bono recibió los ataques de Pujol. Tras aquél vino el PP, del que Pujol dijo que también tiene una actitud hostil hacia Cataluña. Y, a vueltas con las comparaciones de talante entre Mariano Rajoy y José María Aznar, se lo hizo venir bien para explicar una especie de chiste: "Cuando vas a ver a Aznar y al salir te preguntan cómo te ha ido, respondo: Bien. No me han detenido".

Antes del mitin de Girona, Pujol utilizó los ataques de Bono para reprochar al PSOE una "actitud tan poco favorable a las autonomías como la del PP". El presidente catalán agregó: "Según vayan las cosas, Bono puede ser el secretario general del PSOE dentro de un año", e insistió en que el presidente de Castilla-La Mancha marca la pauta en el partido socialista en materia autonómica.

El candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, calificó de "indigno" a Bono. Asimismo, aseguró que esas "indignantes" palabras "revuelven el estómago" a cualquiera y pidió que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, reprenda a Bono por "una ofensa gratuita" e "intolerable".

Las contundentes opiniones del presidente de Castilla-La Mancha han chocado con la estrategia de campaña de Pasqual Maragall. Éste hizo oídos sordos a las imprevistas declaraciones y a las airadas respuestas convergentes, y prefirió seguir ajeno a la coyuntura y centrarse sólo en desgranar su "programa social".

Los socialistas pretenden movilizar al electorado de izquierdas -con la propuesta de "programa social"- y al mismo tiempo no asustar al votante convergente, una parte del cual ha votado ininterrumpidamente a CiU en las autonómicas por fidelidad a Pujol. El candidato del PSC evita las críticas al todavía presidente y se limita a censurar la última fase de su mandato por su supuesta "sumisión" al Partido Popular.

Maragall quiso mantenerse al margen de la polémica y el PSC envió a los medios de comunicación una nota en la que se calificaban las palabras de Bono de "desafortunado incidente" y se aseguraba que el partido tenía constancia de que el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha había "aclarado sus declaraciones". La nota concluía con un apoyo a los pagos de pensiones complementarias para las viudas, "como lo ha hecho, por cierto, la Junta de Andalucía [gobernada por el PSOE]".