Euroescépticos británicos piden a Isabel II que vete la Constitución

La primera batalla de Inglaterra, librada por la RAF contra la aviación nazi (1940-1941), acabó con las esperanzas de Hitler de invadir las islas Británicas. La segunda, lanzada por el entonces líder tory William Hague en defensa de la libra esterlina frente al euro, empezó en octubre de 1999 y acabó con su clamorosa derrota en las urnas, en junio de 2001. La tercera empezó ayer en Londres, cuando un puñado de patriotas encabezados por el activista John Gouriet pidió a Isabel II que vete la Constitución Europea incluso en el caso de que sea aprobada por el pueblo británico en referéndum. John Gouriet, de 68 años, es conocido por su defensa del sistema hereditario en la Cámara de los Lores y su militancia en media docena de grupos que exigen la retirada del Reino Unido de la UE. Ayer presidió con ardoroso patriotismo el lanzamiento de Batalla por Gran Bretaña en un salón de la asociación de la prensa extranjera en Londres, en el que sus seguidores superaban ampliamente en número y entusiasmo a los periodistas.

Los congregados hicieron un llamamiento al pueblo británico y su soberana para que impidan que el país se sume a la Constitución Europea. Arropados en los dictámenes del constitucionalista John Bingley, Gouriet y su compañero de viaje antieuropeo, Norris McWhirter, sostuvieron que nada ni nadie tiene "autoridad" para romper la preeminencia de la Constitución y que ésta "no permite que la UE tenga ninguna autoridad sobre nosotros".

"Hay partes de nuestra Constitución que son permanentes, que están por encima de la autoridad del Parlamento para modificarlas o suprimirlas", explicaron. Y también por encima de la voluntad del pueblo porque "un referéndum no es más que un barómetro de la opinión pública". Gouriet afirmó que la reina debería vetar la Constitución Europea y disolver los Comunes incluso en el caso de que hubiera sido aprobada por el Gobierno, sancionada por el Parlamento y apoyada por un referéndum popular. A su juicio, tamaño desafío no debilitaría a la reina: "La monarquía no desaparecería ni siquiera en ese caso porque somos sus garantes", aseguró.