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EL INCIDENTE DEL CRUCERO 'AURORA'

Londres considera desproporcionado el cierre de la frontera de Gibraltar

El Gobierno alega que tomó la decisión ante la falta de información británica sobre el 'Aurora'

El Gobierno español decidió cerrar ayer la frontera con Gibraltar ante la falta de información por parte del Reino Unido sobre el crucero Aurora, con 1.900 pasajeros, de los que 559 contrajeron el virus Norwalk, y 837 tripulantes, que atracó a las siete de la mañana en el Peñón. El barco estuvo fondeado 11 horas en el puerto de Gibraltar, dejando tras de sí una estela de protestas entre Madrid y Londres, que calificó de desproporcionado el cierre de la verja. La ministra de Sanidad, Ana Pastor, aseguró que se tomó la medida "para salvaguardar la salud de los españoles".

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Alrededor de las 9 de la mañana de ayer, algunos pasajeros del Aurora empezaron a bajar del barco tras haber sido cotejados los informes médicos de los facultativos de a bordo por parte de los médicos gibraltareños. Un total de 45 personas permanecieron recluidas dentro del barco. Según el director del departamento de salud pública de Gibraltar, Vijay Kumar, "los pasajeros a los que se prohibió bajar a tierra son los que 72 horas antes de llegar, aún portaban síntomas del virus".

El Aurora zarpó de nuevo a las 18.15 de ayer rumbo al puerto británico de Southampton, de donde partió el 20 de octubre, bajo la vigilancia atenta de un helicóptero de la policía española para confirmar su partida, ya con tan solo 11 enfermos a bordo afectados por el virus de Norwalk, una enfermedad de fácil contagio que provoca fiebres altas, vómitos y diarreas..

Su breve estancia en el Peñón desencadenó un incidente entre los Gobiernos de Madrid y de Londres por el cierre de la frontera - media hora después de atracar el barco- por razones de seguridad sanitaria. La ministra de Sanidad, Ana Pastor, que se trasladó a La Línea de la Concepción para evaluar la situación, condicionó la apertura de la frontera a que el barco zarpara hacia el citadopuerto británico, lugar de origen del crucero. A las 20.10 horas volvía a abrirse la verja, cuyo cierre a fectó a más de 2.500 trabajadores españoles que trabajan en el Peñón.

Protesta oficial

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El ministro británico de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, transmitió a su homóloga española, Ana Palacios, la protesta oficial del Gobierno de Londres por el cierre de la frontera. En conversación telefónica, Straw calificó la medida de "desproporcionada e innecesaria" y demandó la reapertura "inmediata" de la verja.

Londres considera que las autoridades del Peñon habían impuesto "medidas preventivas adecuadas" al retener los pasaportes de todos los pasajeros del Aurora y prohibir el desembarco de los afectados por el virus. "Las salvaguardas estaban en pie. La frontera no debería haberse cerrado", señaló un portavoz del Foreign Office.

A lo largo del fin de semana, el Gobierno británico se mantuvo en contacto con Madrid y Gibraltar en un intercambio "fluido y constante" de información sobre la evolución de los enfermos y la naturaleza del virus. La decisión de cerrar la frontera se transmitió a Londres pasada la medianoche del domingo, según fuentes diplomáticas. "Lamento la decisión", dijo Straw ayer por la manaña respaldando con sus declaraciones la postura de Peter Caruana, quien denunció en la BBC el móvil político como causa directa del cierre de la verja. El portavoz del ministro en Londres consideró prematuro hablar de las posibles medidas legales que el Gobierno británico pudiera tomar en respuesta al incidente.

Después de las declaraciones de Straw, la ministra de Exteriores, Ana Palacio, explicaba que el domingo por la mañana, antes de la llegada del buque a Gibraltar, el Gobierno pidió a las autoridades británicas datos sobre la situación sanitaria a bordo del Aurora, pero hasta el mediodía de ayer, cuando el barco ya llevaba varias horas atracado en Nort Mole, la zona norte del puerto del Peñón, no se recibió "de manera formal" la información requerida. Palacio añadió que teniendo en cuenta las prohibiciones de desembarco de las autoridades portuarias de Venecia y Dubrovnik -en estos dos puertos sólo desembarcaron los pasajeros sanos y en El Pireo fue denegada al buque la entrada a puerto- "el Gobierno español entró en contacto con las autoridades británicas" y les solicitó "de manera reiterada información fehaciente de la situación del buque". Ante la falta de "comunicación fehaciente se decidió adoptar las lógicas medidas de precaución, procediéndose a suspender el tráfico de personas entre España y la colonia de Gibraltar a partir de la llegada del buque".

Por su parte, la ministra de Sanidad manifestó en todo momento que el buque no representó riesgo alguno para la salud, y es por ello por lo que el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, criticó la decisión de cerrar el paso fronterizo.

Caruana calificó la decisión del Gobierno español, igual que Straw, de "desproporcionada y no justificada". "Se trata de una decisión política, porque si no existiese el contencioso por la soberanía, no se hubiese cerrado la frontera", dijo Caruana, e insistió en que "el Gobierno español nunca ha entrado en contacto con Gibraltar, a pesar de que nosotros hemos estado haciendo un seguimiento directo con la tripulación del barco en las últimas 72 horas".

Policías españoles vigilan la frontera de Gibraltar durante el cierre de ayer.
Policías españoles vigilan la frontera de Gibraltar durante el cierre de ayer.JOSÉ BIENVENIDO

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