Ángel Gaztelu Gorriti, el sacerdote de 'Orígenes'

El sacerdote y poeta hispanocubano Ángel Gaztelu, miembro del importante Grupo Orígenes, que ejerció una influencia notable en la cultura y las letras cubanas e hispanoamericanas en los años cuarenta y cincuenta, murió ayer en Miami a la edad de 89 años. Gaztelu nació en la localidad española de Puente de la Reina, y emigró a Cuba con su familia a los 13 años. En 1936, poco después de ordenarse sacerdote, tras cursar estudios en el seminario habanero de San Carlos y San Ambrosio, se dio a conocer como poeta tras la llegada a Cuba de Juan Ramón Jiménez, que incluyó sus versos en una antología de la poesía cubana, preparada por el poeta español.

Desde entonces acompañó a su amigo José Lezama Lima en la revista Verbum y en las posteriores publicaciones de Espuela de Plata y Nadie Parecía, antecesoras de Orígenes. Desde la fundación de esta revista, en 1946, Gaztelu, con Lezama, Cintio Vitier, Gastón Baquero, Fina García Marruz y otros relevantes poetas y escritores cubanos, participó activamente en aquel destacado proyecto cultural, que trascendió las fronteras de Cuba.

En 1940 recopiló sus poemas de juventud en Poemas, pero su obra más conocida sería Gradual de laúdes, editado en 1955 con ilustraciones del pintor René Portocarrero. Gaztelu hizo una extraordinaria labor de restauración en la iglesia de Bauta, contando con la ayuda de amigos y compañeros de generación y grupo como el escultor Alfredo Lozano y los pintores Portocarrero y Mariano Rodríguez. En el mismo espíritu hizo que el arquitecto Eugenio Batista construyera la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en la playa de Baracoa, y acometió la restauración de la iglesia del Espíritu Santo en La Habana Vieja.

Gaztelu emigró a Estados Unidos en la década de los ochenta, pero su muerte fue reseñada ayer tanto por el diario de Miami El Nuevo Herald, como por el periódico comunista Granma. Éste último destacaba ayer las valoraciones de Cintio Vitier sobre la obra de su viejo compañero de sueños literarios: en su obra, dijo, hay una "fina captación de lo cubano como interior y como paisaje (...) que no constituye nunca una obsesión ni un objeto absorbente de confidencia o búsqueda, sino como un leal instrumento, en humilde sitio mantenida, de gloria diáfana y venturoso cántico".

En Estados Unidos, Eloísa Lezama Lima, hermana del autor de Paradiso, declaró que "su vocación literaria le trajo dificultades en su carrera religiosa". "Llegó a posponer su ordenación por cuestiones literarias", afirmó, tras recordar la profunda relación de amistad que le unió a Lezama, "llena de constante admiración y discusión plena de respeto e ingenio". En 2002, con motivo de la entrega del Premio de Crítica de Arte Guy Pérez Cisneros, visitó por última vez La Habana.-