Pasaporte para la Tierra
El equipo de tierra llevaba desde documentación hasta ropa interior limpia para los astronautas
"Toma, éste es el pasaporte de Ed", dijo un miembro de la NASA a otro al pasar el control de policía en el aeropuerto de la Ciudad de las Estrellas, cerca de Moscú, el domingo pasado. "Nosotros llevamos el de Pedro", señaló el médico del equipo de la Agencia Europea del Espacio (ESA). "Los astronautas llegan a Kazajstán y tienen que volver a Rusia, que es otro país", añadió. Pedro Duque, Edward Lu y Yuri Malenchenko necesitaron pasaporte al regresar a la Tierra, pero obviamente no se habían llevado los documentos al espacio: de ellos se ocuparon los equipos de rescate desplazados a Kazajstán. "También llevamos ropa limpia para Pedro", puntualizó el médico del Centro Europeo de Astronautas. Un paquete embarcado en el avión del Centro de Entrenamiento Yuri Gagarin llevaba una etiqueta escrita a mano: "Bolsa de aterrizaje de Ed".
Una treintena de personas, de la ESA, la NASA y Rosaviakosmos, así como personal del centro Gagarin, partieron el domingo de la Ciudad de las Estrellas a bordo de un avión especial con destino a Astaná, la capital de Kazajstán, en cuya estepa aterrizó ayer la cápsula Soyuz TMA2 con los tres astronautas a bordo. Médicos, encargados de logística y responsables de cada uno de los tres equipos, incluido el ex astronauta Bob Cabana, por parte de la NASA, así como los miembros de la tripulación de reserva de la misión de Duque, integraban un equipo con experiencia de trabajo en común.
Los de la ESA llevaron consigo voluminosas cajas de plástico, neveras herméticas, algunas con un cartel de advertencia: "No pasar por rayos X. Muestras biológicas". Todas ellas tenían el distintivo de la misión Cervantes, y eran los recipientes para almacenar y transportar resultados de experimentos realizados por Duque durante su estancia en el espacio, que exigían condiciones especiales de mantenimiento para no echarse a perder.
La expedición arrancó al amanecer en la Ciudad de las Estrellas. En las dependencias de la ESA, un edificio de tres plantas junto a un río en un paisaje nevado, todo estaba preparado a las siete de la mañana. De allí partió Duque para dirigirse al cosmódromo de Baikonur para el lanzamiento del día 18, y allí regresó ayer para pasar unos días de control.
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