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LAS CUENTAS DEL NUEVO ALCALDE

Gallardón sube el IBI una media de 34 euros al quitar el 'descuento' de Manzano

PSOE e IU afirman que el alcalde quiere recaudar más para hacer sus obras

Los madrileños notarán un incremento en el recibo del impuesto de bienes inmuebles (la antigua contribución urbana) del próximo año: pagarán, de media, 34 euros más anuales. El Ayuntamiento prevé gastar en 2004 un 26% más que en 2003 para poner en marcha los proyectos del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Pero para financiar esas inversiones tendrá que aumentar la recaudación. El concejal de Hacienda, Juan Bravo, reconoce que el Ayuntamiento recaudará por IBI un 24% más, aunque rechaza que se trate de un "aumento de la presión fiscal" y recuerda que ese dinero servirá para "mejorar la ciudad".

El proyecto de presupuestos de 2004 mantiene el tipo impositivo del IBI en un 0,512% para todos los edificios y en un 0,6% para fincas y solares. Y, sin embargo, el recibo subirá. ¿Por qué? Porque el Ayuntamiento ha decidido eliminar las bonificaciones -una especie de descuento- que el anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano, introdujo hace dos años, y que de hecho reducían la contribución.

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En 2001 se produjo la revisión catastral en Madrid (que el Ministerio de Hacienda realiza cada diez años), y la revalorización de los pisos hizo subir el IBI de golpe. El gobierno de Álvarez del Manzano se dio cuenta de que un incremento tan brusco podía desatar una rebelión ciudadana, y aprobó esa bonificación: el dueño de la vivienda sólo tendría que sufragar cada año un porcentaje de la subida (distinto en cada caso, en función de lo brusco que hubiera sido el aumento), y el resto lo pagaría el Consistorio.

Eso es lo que ha regido en el año 2002 y en 2003, y es lo que Ruiz-Gallardón ha decidido eliminar. Según PSOE e IU, sólo para recaudar más dinero y financiar sus obras. Según el edil de Hacienda, porque "las bonificaciones habían dado lugar a situaciones injustas: casas de idénticas características y en la misma zona pagan distinto IBI".

El recibo anual del IBI subirá, de media, unos 34 euros -el porcentaje de aumento será distinto en cada caso, en función de la bonificación que tuviera el propietario-, y también lo harán otras tasas municipales. Paralelamente, el recurso a la deuda se triplica. Una política que choca con la del PP, que propugna el déficit cero y la congelación de impuestos. De hecho, Esperanza Aguirre, presidenta regional electa, ha anunciado que congelará el impuesto sobre los carburantes (céntimo sanitario).El pago del IBI tenía hasta ahora dos bonificaciones: una la recoge como obligatoria la Ley de Haciendas Locales, y consiste en que, del incremento que registre el valor catastral de un piso entre revisión y revisión, cada año sólo se aplique el 10%, durante 10 años, hasta ajustarse al nuevo valor catastral de la finca. Es decir, en 2011 los madrileños pagarán el incremento catastral que fue aprobado en 2001.

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La segunda rebaja también la recoge la Ley de Haciendas Locales, pero ésta es potestativa: los ayuntamientos pueden hacer uso de ella o no. Álvarez del Manzano decidió aplicarla, lo que hizo que la reducción en la factura fuera aún más notable. El propietario sólo paga hasta un tope -de entre el 3% y el 75% del incremento del recibo, aunque la media está en el 7%-, de tal manera que el aumento anual nunca sea superior al IPC. Gracias a esta rebaja, por ejemplo, el dueño de un piso de 130 metros en la Alameda de Osuna, que tendría que pagar este año 196 euros de IBI, abonará 142 tras aplicársele una rebaja de 54 euros.

Sin embargo, la diferencias catastrales entre edificios de una misma calle, pero construidos en años diferentes y, por tanto, con valoración distinta, son enormes. "Se producen casos flagrantes. Hay, por ejemplo, un enorme edificio de oficinas que tiene tan elevadas bonificaciones que paga sólo 200 euros. Sin embargo, otro muy próximo abona una cifra inmensamente superior", explican fuentes municipales. Por eso, Ruiz-Gallardón ha decidido eliminar la bonificación.

El equipo de gobierno se muestra incapaz de determinar en qué porcentaje subirán los recibos, dado que cada casa tenía bonificaciones diferentes. Sí calcula el dato en euros: el 90% de las 1.700.000 unidades urbanas que en Madrid pagan IBI tendrán que abonar, de media, 34 euros más (habrá quien pague hasta 79 euros más, pero también quien abone sólo dos euros más). El restante 10% de las unidades urbanas verá aumentado su recibo en más de 79 euros.

El Ayuntamiento subraya que el incremento del 24% en la recaudación del IBI no sólo se produce por la eliminación de la bonificación sino "porque se están construyendo muchas casas nuevas y porque se van a realizar más inspecciones", e insistió en que aumento de recaudación no equivale siempre a subida del impuesto. De hecho, señalan desde Hacienda, el anterior gobierno presupuestó para 2003 un aumento de recaudación del 7%, que finalmente ha sido del 15%, "y eso sin eliminar ninguna bonificación ni tocar el impuesto".

Pero este argumento no convence a oposición, que ayer volvió a arremeter contra la "subida de impuestos" del PP. Inés Sabanés, portavoz de IU, criticó el incremento repentino del recibo del IBI y subrayó que Ruiz-Gallardón ha eliminado las bonificaciones que reducían ese impuesto -que benefician al "ciudadano medio"- pero no otras equivalentes que reducen el impuesto de plusvalía (el que grava la compraventa de un inmueble). El edil Juan Bravo replicó que ha bajado esa bonificación sobre la plusvalía del 50% al 40%, y que no la ha eliminado porque "ése es el mínimo obligatorio establecido por la Ley de Haciendas Locales hasta el año 2008".

La única medida diseñada por Bravo que la portavoz de IU aprueba es la subida del IBI en un 50% para las casas vacías. Su colega de oposición, la socialista Trinidad Jiménez, tiene una opinión muy distinta: "Ese gravamen no es progresista. No es un incentivo al alquiler, sino un castigo. Y es injusto castigar la posesión de una vivienda vacía: la mayoría de las veces no se trata de especuladores, sino de personas que no saben qué hacer con la casa de sus padres fallecidos, o han comprado un piso para cuando sus hijos se casen, o se han tenido que trasladar de ciudad, o simplemente están esperando al inquilino apropiado", afirma.

Jiménez cree que "el destino que se dé a los ahorros personales es un asunto particular", es decir, que tener una vivienda vacía en Madrid es "un derecho" porque "durante años ésta ha sido la única posibilidad de ahorro de los ciudadanos". "Lo que hay que hacer no es castigar eso, sino premiar, con beneficios fiscales, a quien ponga la vivienda en alquiler", dice.

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