El PSOE pide que se retiren de las escuelas públicas los símbolos religiosos
La medida no se plantea para los centros educativos concertados
La retirada de los crucifijos de las escuelas públicas fue una medida que se puso en práctica en la Segunda República Española. Se ponían así las bases de lo que iba a ser la escuela laica, de pensamiento libre. Pero a muchos maestros el pecado de descolgar los crucifijos les costó la vida tras el golpe militar de Franco. Ahí acabó todo.
El PSOE presenta ahora una proposición no de ley para que el Gobierno ordene una medida similar. Se trata de que desaparezcan de los centros públicos todos los símbolos religiosos, para hacer de la escuela "un espacio común, neutral y respetuoso con todos". Así lo explicó ayer la diputada Amparo Valcarce, que considera que, en un momento en el que España celebra el 25 aniversario de la Constitución, no está de más recordar que estamos en "un Estado no confesional que garantiza el derecho de todos los padres a elegir la educación que quieran para sus hijos".
Además del "reforzamiento democrático que esta medida constituiría", el PSOE pretende que se retiren de las escuelas públicas estos símbolos también por una "razón práctica": "Para evitar los enfrentamientos es más útil insistir en la idea de la no confesionalidad del Estado, porque el respeto y la tolerancia para todos mantendrá a la escuela pública lejos de los avatares de los símbolos religiosos", señaló Valcarce.
El ejemplo francés
La diputada puso como ejemplo Francia, donde el sistema educativo público es perfectamente laico. En ese país renace ahora el debate tras detectarse algunos conflictos con los símbolos religiosos en una escuela cada vez con más mezcla de razas y culturas, un panorama similar al que presentan muchos países, incluido España.
El PSOE quiere dejar muy claro que esta medida no se plantea para los colegios concertados, cuyo ideario católico (en su mayoría) se manifiesta de antemano públicamente. "Queremos ser muy respetuosos con eso, como lo es la Constitución cuando garantiza el derecho a elegir enseñanza".
Los Defensores del Pueblo de algunas comunidades autónomas se han ido manifestando sobre la cuestión. Lo han hecho a petición de padres y maestros, porque los crucifijos y vírgenes están aún presentes en muchos centros educativos públicos. El defensor andaluz, el sacerdote José Chamizo, entre otros, pidió que se retiraran estos símbolos en el momento en que un solo padre lo pidiera. "Así lo ha dicho también el Procurador del Común en Castilla y León", recuerda Valcarce. Y el de Justicia en Aragón trasladó peticiones de los padres a la Consejería de Educación de la región. La legislación vigente no ofrece dudas, contestaron allí: los materiales que pueden presidir las aulas públicas "no deben tener sentido confesional". La inspección educativa actúa de oficio cuando encuentra simbología anticonstitucional, pero no suele interferir, a menos que haya quejas expresas, si se trata de elementos religiosos.
Un tribunal italiano ha ordenado ahora descolgar las cruces de una escuela porque así lo ha solicitado el padre de un alumno, de confesión musulmana. La sentencia podría extenderse al resto de los centros públicos. El Vaticano ya ha manifestado su oposición. Ese "símbolo de salvación", ha dicho, "no nos lo quitará nadie".
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