Imputado por un crimen un médico francés que practicó la eutanasia

Un mes después de la muerte del tetrapléjico Vincent Humbert, de 23 años, por medio de un acto de eutanasia al que ayudaron su madre y un médico, la fiscalía francesa abrió ayer diligencias destinadas a que una juez se pronuncie sobre si ha lugar a juzgarles. La imputación hecha a la madre, Marie Humbert -"administración de sustancias tóxicas"-, es mucho más leve que la dirigida contra el doctor Chaussoy -"envenenamiento con premeditación"-, porque la primera supone un máximo de cinco años de cárcel, mientras que el médico se arriesga a la cadena perpetua.

Antoine Duport, el abogado que defiende al médico, atribuye esa diferencia a la ley: "Hay un vacío jurídico en Francia respecto a la eutanasia", explicó a este periódico. "A la vista del Código Penal existente, la fiscalía no tenía otra opción. En mi opinión, la información judicial abierta permitirá el debate nacional que se hace necesario para rellenar ese vacío jurídico". La juez de instrucción convocará a su cliente y habrá de decidir si hay que enviarle o no ante un tribunal.

Sin embargo, el abogado de la madre del muchacho, Hugues Vigier, se mostró un poco más inquieto: "¿Podemos comprender el gesto de amor de una madre y no el gesto humanitario de un médico, cuando ambos habían asumido sus responsabilidades por completo?", se interrogó. La madre del tetrapléjico intentó darle la muerte administrándole una dosis de barbitúricos, en respuesta a las insistentes demandas del hijo, que había permanecido tres años sordo, ciego y sin otra posibilidad de comunicación que ejercer una presión con uno de sus pulgares. El médico imputado asumió en público la responsabilidad de la eutanasia, y esa ruptura de la ley del silencio puede ser lo que realmente se le reprocha, a juicio de este letrado.

Apoyo al facultativo

Ninguno de los dos imputados ha sido privado de libertad, ni se ha dictado contra ellos restricción alguna de movimientos. Hay que recordar la instrucción dada en su momento por el ministro de Justicia, Dominique Perben, para que el caso fuera tratado con "la mayor humanidad". El hospital privado donde trabaja el médico ha difundido un comunicado de apoyo al doctor.

En paralelo con las diligencias por el caso de Humbert, otra fiscalía ha abierto actuaciones por "envenenamiento y complicidad de envenenamiento" contra una médica y una enfermera que administró una inyección letal a una paciente afectada por un cáncer, bajo instrucciones de aquélla, en un hospital de Saint-Astier. En este caso, no parece claro que la paciente ni la familia se hubieran concertado con el equipo médico, a diferencia de Humbert. Un sondeo reciente indica que casi nueve de cada diez franceses (86%) están a favor de que se deje a los afectados por enfermedades incurables la libertad de morir cuando lo deseen. Un 56% de los que se declaran católicos practicantes está de acuerdo.