_
_
_
_
_
Aulas

Las nuevas aulas prefabricadas diseñadas por la Junta acogen a 2.200 niños de infantil

Educación asegura que los módulos industrializados serán permanentes

Reyes Rincón

Muchas de las aulas en las que estudian 2.200 niños andaluces de entre tres y seis años han llegado en camión desde Asturias. Otras, desde Las Cabezas de San Juan, en Sevilla. Las clases, los servicios, las puertas, las ventanas, las persianas, la terraza de la parte trasera, el porche de la entrada. Todo montado en fábrica y listo para ser instalado, meter los muebles y acoger a los alumnos de infantil.

El objetivo de la Consejería de Educación de conseguir la plena escolarización de los niños de tres a seis años, una etapa previa a la enseñanza obligatoria, ha llevado a levantar en un plazo récord unos edificios que antes no existían. Para ganar tiempo, la Dirección General de Construcciones y Equipamientos diseñó poco antes del verano unos módulos que se fabrican en serie y se ubican allí donde hace falta.

El resultado tiene poco que ver con las casetas prefabricadas de chapa que se vienen usando desde hace décadas como solución provisional. Las nuevas construcciones, que en el argot técnico se llaman industrializadas, se han pensado para que duren tanto o más que un edificio convencional. "Pueden ser definitivas, durar toda la vida", asegura Casto Sánchez, director general de Construcciones y Equipamientos de la Consejería de Educación. "Las prefabricadas de siempre son provisionales, mientras se hace la obra", afirma.

Las nuevas se construyen en una fábrica, se transportan totalmente terminadas y, una vez instaladas, sólo hay que ejecutar la cimentación y las instalaciones de agua, luz y alcantarillado. "No se trata de ahorrar dinero, sino tiempo", asegura José Luis Sánchez jefe del servicio de Equipamiento. Estas aulas prefabricadas cuestan incluso algo más que construir un colegio tradicional. Cada metro cuadrado de las clases industrializadas sale por 587 euros, mientras que un metro cuadrado edificado en obra suele rondar los 465 euros.

La Junta ha construido e instalado para este curso 31 edificios de este nuevo modelo, de los que han salido 71 aulas. En su construcción se han invertido 6.655.000 euros. Para instalar 77 edificios de chapa que, de forma provisional, acogerán 153 aulas, la inversión ha sido sensiblemente inferior, 4.620 euros. En total, 11.275.000 euros para edificios prefabricados.

El diseño de las aulas industrializadas se ha pensado expresamente para los más pequeños, según explica la arquitecta jefe del servicio de supervisión y normalización de la Dirección General de Construcciones, Carmen Roldán. "De momento no se está pensando para otros niveles educativos, sólo para infantil", asegura Roldán. Todo está adaptado a las necesidades y al tamaño de los niños de tres a seis años. "Se han cuidado mucho los colores, que sean vivos. Los suelos blandos o los servicios integrados en el propio aula para que los profesores puedan vigilar a los niños", explica la arquitecta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los modelos diseñados desde la Consejería incluyen cuatro tipos de edificios para escoger en cada caso según las necesidades del centro. Cada módulo tiene entre una y cuatro aulas de 50 metros cuadrados con aseos anexos y una terraza de 10 metros cuadrados para cada clase. Todos los módulos son de una sola planta y tienen también espacios reservados para despachos, almacén de materiales y vestíbulos. Por dentro son clases muy amplias y de grandes ventanales con doble cristal de seguridad.

Las 71 aulas construidas para este curso se han distribuido por toda la región: 11 en Almería, 14 en Cádiz, dos en Córdoba, cuatro en Granada, ocho en Huelva y 32 en Sevilla.

Satisfacción y cautela

Los alumnos de primaria del Colegio Público Poetas Andaluces, en el barrio de Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla), se sorprendieron al ver clases volando. Enormes grúas transportaban las aulas de sus compañeros de infantil y las colocaban en su emplazamiento definitivo. "Ha sido todo un espectáculo, yo he disfrutado viendo el montaje y más con el resultado", reconoce José María Sánchez, el director del centro.

"El 1 de septiembre no había nada y el 1 de octubre estaban los niños entrando en las clases. Ahora todos estamos contentos. Los niños empezaron 15 días más tarde, pero ha merecido la pena", sostiene Sánchez.

Algo menos satisfechos están algunos padres del centro de educación infantil Sevilla Este, el primer colegio prefabricado de Andalucía, que atiende a 300 niños. Es el único caso que no complementa a un colegio existente, sino que compone un centro por sí solo, aunque la parcela anexa está prevista para un nuevo colegio de primaria de construcción convencional. El colegio lo forman cuatro módulos, en los que se distribuyen 11 aulas y un espacio para la administración, más el despacho de la directora, los servicios de los profesores y los almacenes de material.La directora del centro asegura estar contenta con el resultado, que también "ha sorprendido" a los padres, y dice no notar ninguna diferencia con los colegios tradicionales. "Al revés, aquí todo está nuevo", apunta. Los padres, por su parte, se quejan de que faltan algunos equipamientos, como una sala de profesores, un aula de psicomotricidad o una sala para la asociación de padres.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_