Un montaje de tono pacifista del grupo Xarxa clausura el Festival Iberoamericano de Teatro

El 18º Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) de Cádiz llega hoy a su término. El grupo valenciano de teatro de calle Xarxa será el encargado de encender la traca final con su espectáculo 'Tombatossals', una espectacular adaptación de la novela homónima de Joseph Pasqual i Tirado. Dicha obra, publicada en 1930, ha sido adaptada por Leandre Escamilla y Manuel Vilanova para despojarla de su concepción localista y subrayar su mensaje ecologista y pacifista. En el marco del certamen se celebró ayer un homenaje al dramaturgo Fernando Arrabal.

Leandre Escamilla definió ayer Tombatossals como la novela de un autor castellonense, escrita en un periodo de entreguerras, "con una lectura muy divertida en la que describe la fundación mítica de Castellón". La lectura de Xarxa tiene un componente de plena actualidad este año debido a la "feroz" crítica de la guerra que han hecho. "Ha sido nuestra forma de universalizar su mensaje", indicó Escamilla.

En la jornada de ayer, Xarxa comenzó a desplegar el impresionante aparato de su espectáculo, que integra 110.000 vatios de luces, 30.000 de sonido y un arsenal de pólvora difícil de calcular. En el montaje utilizan recursos que caracterizan al grupo valenciano y también "elementos aéreos y actores entre el público", adelanta Escamilla. "Hay mucha pirotecnia de efecto, lo que nos gusta llamar pirotecnia dramatúrgica: no es tirar fuego por tirarlo, sino que ayuda a entender el espectáculo", añade.

En sus dos décadas de andadura, Xarxa Teatre ha visitado el festival de Cádiz en cinco ocasiones, por lo que consideran que actuan ante un público casi familiar. A la hora de valorar el estado del teatro de calle en España, este veterano representante del mismo se muestra partidario del realismo: "Estamos en el 2003 y el público potencial del teatro de calle no es el de hace 100 años, está mucho más informado". Leandre Escamilla cree que las compañías tienen que ofrecer "cosas atractivas" y con la capacidad de sorprender. Sobre la crisis de la escena asegura que su grupo trabaja cada vez más: "Si ésta es la crisis, bienvenida sea. Los que siguen estando en crisis, como lo han estado siempre, son los malos espectáculos".

Paralelamente al montaje de Xarxa, el bailaor Rafael Amargo y su compañía volverán a ofrecer hoy en el Gran Teatro Falla su versión de El amor brujo. Asimismo, el FIT acogió ayer un homenaje al dramaturgo Fernando Arrabal, celebrado en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cádiz. Arropado por la actriz María Jesús Valdés y el director Juan Carlos Pérez de la Fuente, que el pasado año llevaron a escena su obra Carta de amor con el Centro Dramático Nacional, el dramaturgo agradeció este reconocimiento a su trayectoria con el habitual tono disparatado y provocador de su discurso: "Que Cádiz y Teófila [Martínez, alcaldesa de la ciudad] me entreguen este galardón es algo con lo que soñaba". "Estamos asistiendo al reflujo del pensamiento de los Nietzsche, de los Freud, y aspiro a que Cádiz sea lo que debería ser, la capital del teatro mundial", añadió.

El valor de Pemán

Arrabal no dudó en aseverar que "hay una presencia trascendente de nuestro gran teatro, podemos recorrer el mundo y ver, para nuestro susto, que lo nuestro es lo mejor". Al recoger una escultura representativa de la Virgen del Rosario de manos de la alcaldesa, el fundador del teatro pánico recordó que hace 40 años "este país me quiso comparar con Sócrates y me echó por blasfemo". "Dijeron que yo me había cagado en Dios, en el dios Pan y querían condenarme a 12 años de cárcel".

Recordó Arrabal que, en ese momento, no importaba lo que pensaban de él creadores como Beckett, Ionesco o Octavio Paz. "Lo importante era lo que pensara Cádiz, por eso mi mujer llamó a José María Pemán. Y Pemán demostró la grandeza de los poetas: ese hombre redactó un texto de homenaje para sacarme de la cárcel", revivió. Además le defienderon Camilo José Cela, Vicente Aleixandre y los citados Octavio Paz y Samuel Beckett, que dijo en su defensa: "Es mucho lo que tiene que sufrir Arrabal para hacer su teatro. Señores jueves, no añadan nada a su propio dolor".