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El hospital Gregorio Marañón deja sin atender a 400 operados de cáncer

El centro alega que le falta dinero y personal

Un grupo de pacientes, 400 según sus datos, operados de cáncer y que sufren linfoedema (acumulación del líquido linfático en brazos o piernas), denuncia que el hospital público Gregorio Marañón ha dejado de ofrecerles el tratamiento que necesitan. "Nos reunieron para decirnos que no hay recursos para dar masajes linfáticos. Nos mandaron a la privada, donde la sesión vale de 30 a 60 euros", critica José Luis González Bermejo, portavoz de los afectados. El hospital asegura "lamentar lo ocurrido" y sostiene que estudia "caso a caso" la situación de los pacientes.

"Mi mujer, Josefa Ayala, tiene la pierna hinchadísima. Necesita un masaje linfático ya, pero me temo que tendrá que ir a la sanidad privada y pagar un dineral por algo que ofrecía el Gregorio Marañón", denuncia González Bermejo. La versión de los afectados es la siguiente: los responsables del servicio de rehabilitación les reunieron hace unas seis semanas. "No hay dinero ni plantilla para hacer los masajes linfáticos", les dijeron. Y añadieron que fuéramos a centros privados. Todo esto, además, nos lo dicen tras nueve meses en lista de espera", continúa.

El hospital matiza esta versión. Por una parte, reprocha la actitud de los responsables del servicio: "No se puede jugar con la salud de los pacientes diciéndoles este tipo de cosas. Lamentamos mucho que desde el hospital se les haya transmitido ese mensaje", afirma Marisa Martínez, subdirectora médica del hospital.

Enfermedad crónica

A partir de aquí, sin embargo, el centro matiza que haya recortado los servicios que ofrece: "Es cierto que no podemos admitir a todos los pacientes que nos lo demandan", explica Martínez. "El linfoedema es una enfermedad crónica. Los pacientes mejoran y empeoran a lo largo del tiempo. Nosotros somos un hospital de agudos y nuestra misión es atender a los enfermos más graves. Lamentablemente, nuestros recursos son limitados y no podemos atender a todo el mundo. Pero nadie que lo necesite urgentemente se quedará sin tratamiento", asegura Martínez. Por este motivo, la gerencia ha ordenado la apertura de una investigación para determinar "caso a caso" la situación de cada paciente

Los afectados niegan la versión del hospital. Josefa Ayala, de 59 años, no entiende las razones de lo ocurrido. Sólo sabe que sus piernas se han hinchado hasta tal punto que casi no puede moverse, que la han hecho caer dos veces y que, por todo ello, ya casi no sale de su casa. Además, la acumulación de líquido linfático puede favorecer todo tipo de infecciones en su cuerpo.

"Mi mujer necesita, según los médicos que hemos consultado, un masaje al día durante un mes. Intenta imaginar lo que nos cuesta: 20 o 25 masajes por 30 o 60 euros cada uno, según la clínica. Luego tendría que dejarlos un mes, y volver a empezar. Además, necesita zapatos a medida y cada par vale más de 140 euros", continúa González Bermejo. Éste criticó la delicada situación "personal y económica" en la que quedan los afectados. "Son gente mayor, con pensiones o salarios modestos. ¿Cómo hacer frente a este coste?", se interroga. Y expone su propio caso: a los 61 años, ha tenido que retrasar la jubilación que tanto anhelaba y seguir con su empleo en una empresa de artes gráficas. "Incluso mis hijos me han tenido que echar un cable", se lamenta.

El número de afectados asciende a 400, según ellos mismos. "Es la cifra que nos han dado las propias enfermeras", afirma González Bermejo. El Gregorio Marañón, por su parte, afirma que "en julio pasado el número de personas en lista de espera por linfoedema era de sólo 68 personas".

Los afectados exigen que el hospital les preste el tratamiento que necesitan de "forma inmediata". Marisa Martínez les contesta que primero será necesario culminar la reordenación del servicio de rehabilitación y determinar qué pacientes tienen derecho a ser atendidos.

El sistema linfático forma parte del sistema inmunológi-co. De ahí el nombre de una de sus células, los linfocitos. Una de las dolencias del sistema linfático es la acumulación de su líquido (la linfa) en brazos y piernas. Se trata de una secuela frecuente entre los pacientes que han sido operados de cáncer en órganos cercanos a la ingle, como el de útero, o a la axila, como el de mama, explica Antonio Antón Torres, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEAN).

"Como el sistema linfático puede ser una vía de extensión de las células cancerígenas por el cuerpo, sus ganglios son extirpados en las operaciones de algunos tipos de cáncer. Esto interrumpe la circulación de la linfa por el organismo y hace que la linfa se acumule en piernas y brazos", afirma Antón Torres.

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