Trabas burocráticas dejan sin beca de comedor a niños inmigrantes

En el colegio público Palacio Valdés de Madrid, donde cerca de un 80% de los niños son inmigrantes, se solicitaron 175 becas para el comedor para el curso 2003-2004. Se aceptaron 92, nueve fueron denegadas y 74 fueron rechazadas por "incompletas". La falta de algún documento dejó sin estas becas a familias inmigrantes. Desde la Consejería de Educación aseguran que están trabajando para solventar el problema.

La mayoría de las becas que han sido rechazadas, "si no todas", corresponden a niños inmigrantes, reconoce el director del Area territorial de Madrid Capital de la Consejería de Educación, Bonifacio Alcañiz. La falta de algún documento que no aportaron los padres de los menores en el momento de realizar la solicitud les ha dejado temporalmente sin la beca del comedor. Todos los niños de este colegio de infantil y primaria que solicitaron la beca se les está dando de comer y "teóricamente" no se les está cobrando el servicio. "Hemos dado instrucciones a la dirección del centro para que no cobren a los padres. Será la Consejería la que de momento sufragará estos gastos", explicó Alcañiz.

Esta premisa, al parecer, no se cumple en todos los casos. Magdalena Carreño es una ecuatoriana de 37 años que tiene a dos hijas de 9 y 11 años en el Palacio Valdés. Pidió las becas de comedor para ambas. Fueron rechazadas. Cada mes, a pesar de las recomendaciones de Álcañiz a la dirección del centro, Carreño paga alrededor de 140 euros (el pago por niño es de cerca de 70 euros) por el servicio de comedor de sus hijas, asegura indignada. Esta mujer que trabaja de auxiliar a domicilio de personas mayores para el Ayuntamiento de Madrid cobra 400 euros al mes. Su marido, que trabaja en la construcción, obtiene "como mucho" obtiene. "Es muy triste y dura esta situación. Ya no sé qué hacer para que no me cobren. Tengo que hacer trabajos extras para llegar a fin de mes", asegura.

El portavoz de Educación municipal socialista, Rafael Merino, es el que ha denunciado los hechos. Lamenta que la burocracia deje sin becas a estos niños que cumplen los requisitos de fondo para obtenerlas. Y culpó a los responsables educativos del ayuntamiento y de la dirección del colegio por no asesorar y ayudar a esas familias de inmigrantes. "El derecho de las personas debe prevalecer siempre sobre las normas administrativas", subrayó ayer.

La directora del centro, Sonsoles Carles, no quiso pronunciarse y remitió para cualquier explicación a su superior, Bonifacio Alcañiz. Éste aseguró que en las próximas dos semanas se revisará la documentación de estas becas para solventar el problema de todas las familias afectadas. Para justificar las muchas denegaciones que hubo aludió al cambio de dirección en la escuela el pasado mes de junio. "La posible falta de comunicación entre ambas direcciones puede haber influido algo", dijo. El cambio en la dirección no fue casual. El año pasado la situación en el centro era "tensa y requería cambios", según Alcañiz, por las discrepancias de la dirección con algunos padres y profesores.

El comedor del colegio Palacio Valdés ya dio que hablar el año pasado. La poca capacidad de la cocina del colegio hizo que algunos niños estuvieran días sin comer en el comedor. Finalmente se ideó una solución de emergencia con la contratación de un catering externo que permitió a todos los pequeños hacer uso del comedor. Álcañiz reconoce que doblar el número de alumnos en dos años desbordó la cocina que había en la escuela, donde no se podían realizar más de 80 comidas. Este año se han mejorado las instalaciones y se puede dar de comer a todos los alumnos, alrededor de 340.

Álcañiz destacó el trabajo de la nueva dirección de la escuela "que además de los trabajos educativos está realizando trabajos sociales para ayudar de forma especial a estas familias".Y abogó por una flexibilización de la burocracia para evitar problemas de este tipo.