La Comisión impone condiciones a Francia para aplazar a 2005 la exigencia de que reduzca su déficit

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, le ha dado un margen de respiro a Francia hasta 2005 para que vuelva al redil del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero le ha marcado un camino. El comisario acepta el hecho consumado de que París violará por tercer ejercicio consecutivo el año próximo el límite del 3% del PIB para su déficit público, pero le exige dos estrictas condiciones: reducirlo nominalmente en un punto en 2004 y la rendición de cuentas sobre la gestión del saneamiento financiero cada semestre durante 2004 y 2005. Más allá de ese plazo, la Comisión Europea se verá obligada a recomendar sanciones contra ese país.

El Ejecutivo comunitario, reunido ayer en Estrasburgo, aceptó las sugerencias del comisario español. Las medidas son consideradas como una voluntad para que todos salven la cara, tanto el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin como la propia Comisión. "Continuamos y continuaremos siendo estrictos con la aplicación del pacto con Francia y con los demás países", declaró ayer Solbes al negar que se haya querido hacer una excepción ante las serias dificultades francesas para sanear las cuentas públicas y las perspectivas sombrías económicas a corto plazo.

La Comisión ha hecho unas estimaciones para 2003 peores que las anunciadas hace un mes por Raffarin. Bruselas prevé un crecimiento del PIB del 0,1% y un déficit del 4,2% para este año, frente a los cálculos franceses más optimistas del 0,5% y 4%, respectivamente. "Desgraciadamente, nuestros cálculos no coinciden", explicó Solbes. Y de ahí que la Comisión le exija ahora un esfuerzo suplementario de al menos cuatro décimas en el saneamiento de las finanzas públicas. Las autoridades francesas proyectan un déficit del 3,6% en 2004 y del 2,9% en 2005.

Según el guión marcado por Solbes, Francia deberá presentar a la Comisión en un plazo de dos meses un informe sobre los pasos que va a seguir para cumplir las indicaciones de Bruselas. París ha hecho hasta ahora caso omiso de las sugerencias formuladas el pasado junio por la Comisión.

Pero además París deberá entregar semestralmente a Bruselas cuatro informes (en abril y octubre de 2004 y 2005) sobre los pasos que esté dando para el saneamiento de sus finanzas. Solbes eludió ayer calificar esta acción como una medida de tutelaje. "Simplemente se trata de que apliquen nuestras observaciones, lo cual hasta ahora no han hecho", dijo en términos diplomáticos.

Francia, junto con Alemania, es el país que más ha incumplido el reglamento del Pacto de Estabilidad, pero, a diferencia de Berlín, no ha dado hasta ahora ninguna señal de enderezar el rumbo con el argumento de que aplicarlo supondría agravar más la falta de creación de empleo y la recuperación de su debilitada economía.

Nadie garantiza que el Ecofin apruebe completamente los esfuerzos que Bruselas pide a París. De un lado, Alemania e Italia podrían considerar demasiado duras las nuevas condiciones. De otro, estarían los más rigurosos, Holanda, Austria, Finlandia y España, muy interesados en que nadie se aleje de la ortodoxia.