Mueren dos obreros electrocutados tras tocar un cable al podar un roble
Dos trabajadores murieron ayer electrocutados después de tocar un cable de media tensión cuando podaban un roble en Bustarviejo, según informaron la Guardia Civil y Emergencias 112. Antonio José González, de 29 años, falleció en el acto cuando la pértiga con la que trabajaba rozó la línea de un tendido que corre junto a la carretera M-610. Florentino García, de 42, perdió también la vida por una descarga al socorrer a su compañero
Un compañero de los fallecido alertó a la Guardia Civil del accidente unos minutos antes de las 14.00. Dos dotaciones de bomberos de la Comunidad y un helicóptero del Summa 112 acudieron al lugar, pero no pudieron hacer nada más que certificar la muerte de los dos trabajadores.
Florencio García y Antonio González, ambos solteros y sin hijos, trabajaban para la empresa segoviana José Fraile, que actúa como contrata de Iberdrola. Ayer, en su sede de San Ildefonso, Segovia, un portavoz de los empleados aseguraba que la plantilla se encontraba "muy afectada" por la desgracia.
García podaba ayer por la mañana junto a su compañero Antonio González un roble situado a dos metros de altura, según fuentes de Iberdrola y de Emergencias 112. El árbol se encuentra cerca de una línea de media tensión (20 kilovoltios), que se levanta cinco metros por encima del suelo. El operario más joven se encontraba encaramado al roble cuando una pértiga con una sierra metálica en su extremo tocó el cable. La descarga eléctrica causó la muerte en el acto a González, que quedó atrapado entre las ramas del árbol. Su compañero intentó socorrerle, pero recibió otra descarga que también acabó con su vida.
La Guardia Civil maneja esta hipótesis como "la más lógica", pero se remite al informe de la autopsia y de los técnicos de Iberdrola. Para que los bomberos rescataran al más joven, que aún se hallaba entre las ramas, hubo que cortar el fluido eléctrico de la línea.
Trece años en la empresa
La trayectoria de Florencio García (Floren para los más allegados) y Antonio González en la empresa eran muy diferentes, pero el dolor, como declaró el portavoz de los trabajadores, era "el mismo". El primero trabajaba en la compañía desde 1990, por lo que era un viejo conocido de todos los empleados, mientras que el segundo tan sólo llevaba cinco meses en José Fraile, según fuentes de la empresa. Las mismas fuentes indicaron que "en el trabajo cada uno cumplía y no hablaban mucho", pero que fuera de él habían labrado, sobre todo García, vínculos de amistad con sus compañeros.
José Fraile es una empresa que "desde hace más de tres década" se dedica a podar árboles, y en su plantilla figuran alrededor de 40 operarios. El portavoz de los empleados señaló ayer que "jamás en la vida" le había ocurrido una tragedia similar a un miembro de la empresa.
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