Un libro acusa a disidentes cubanos de doble juego
Estados Unidos, España y otros países canalizaron "centenares de miles de dólares" para apoyar las actividades opositoras de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, mientras su presidente, el disidente Elizardo Sánchez, colaboraba con la policía política, según se afirma en El Camaján (El vividor), presentado en México por sus autores: Arleen Carlota Rodríguez, editora de la revista Tricontinental y panelista de la Mesa Redonda de la Televisión Cubana, y Lázaro Barredo, diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) aprobó, hace dos años, la entrega de 50.000 dólares, de acuerdo con las fotocopias de comunicaciones oficiales incluidas en el libro.
La obra, de la que se han vendido 30.000 ejemplares en la isla, fue ampliamente divulgada en México, debido a las estrechas relaciones entre la revolución cubana y la izquierda social y política de México, en el que Sánchez mantuvo contactos con sus principales partidos, incluido el gubernamental Partido Acción Nacional (PAN). El disidente, que "quiso engañar a todo el mundo y acabó engañándose a sí mismo", es triturado por los autores.
A partir del año 1987, Sánchez, al que se presenta obsesionado por el dinero, "disfruta con los dividendos que le proporciona su gestión humanitaria, completamente enajenada de las dificultades que atraviesa su país". "Durante los últimos tiempos, el camaján ha recibido directamente de Estados Unidos más de 200.000 dólares", añade el libro.
