Rajoy pretende captar sectores del PSE para formar una alternativa en Euskadi
El líder del PP refuerza sus contactos con el empresariado vasco
"Vamos a seguir trabajando, con o sin el PSOE, para construir una alternativa constitucionalista en defensa de la libertad en el País Vasco a la que tienen derecho un 50% de los ciudadanos que han dado su voto y su apoyo a opciones diferentes del PNV y de lo que significa ETA". La declaración es de Mariano Rajoy y contiene la clave de lo que el PP ya ha empezado a hacer en el País Vasco, buscar apoyos para construir una alternativa al nacionalismo vasco que incluya a aquellos votantes y militantes socialistas que quieran incorporarse a ese proyecto.
El acercamiento del PP a algunos socialistas vascos que ven bien la formación de esa alternativa tendrá hoy, como el pasado jueves, una demostración gráfica. En el club Siglo XXI, Nicolás Redondo Terreros, quien fuera líder del PSE, presentará esta noche una conferencia de Jaime Mayor Oreja sobre la Constitución y la libertad. Rajoy acudirá a escuchar a ambos. Esa fórmula de escuchar al conferenciante y después departir con él se produjo el pasado jueves. El líder del PP pronunció una conferencia sobre su visión de la España constitucional organizada por FAES, la fundación que preside José María Aznar. Además de empresarios y banqueros, conversaron con el líder popular Gotzone Mora, profesora de Sociología de la Universidad del País Vasco y concejal del PSE en Getxo (Vizcaya), y Edurne Uriarte, destacada miembro de la asociación Basta Ya y, en tiempos, dirigente del PSE.
Son tres ejemplos, pero Rajoy ha iniciado contactos personales y discretos con más representantes de lo que el PP denomina sectores sociales y empresariales para "construir la alternativa constitucionalista al frentismo nacionalista del plan Ibarretxe". Hay dos asociaciones que los populares tomarán como bandera de esa alternativa, el Foro de Ermua, que nació del rechazo social al secuestro y asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco, y Basta Ya, que tiene como cabeza más visible al filósofo Fernando Savater.
El objetivo del PP es volver a la situación del 13 de mayo de 2001, cuando el PP de Mayor Oreja y el PSE de Redondo Terreros ofrecían un frente común. Pero un entendimiento similar cuenta ahora con la rotunda oposición del PSE, que lidera Patxi López, respaldado por José Luis Rodríguez Zapatero. Por eso, Rajoy intentará captar a votantes y militantes socialistas más inclinados hacia la opción de Redondo.
Incertidumbre
Paralelamente, el PP ha iniciado un acercamiento a los empresarios vascos para que defiendan que sólo hay una cosa peor para la economía de Euskadi que la incertidumbre que conlleva la apuesta secesionista de Ibarretxe, la propia ruptura.
El PP cree que si el lehendakari "opta por la legalidad" como vía para sacar adelante su plan, la situación será, en líneas generales, la siguiente. Después de que el próximo sábado, día 25, el Gobierno vasco envíe su plan al Parlamento, quedará allí como "un ruido continuo, pero sólo eso". Y así seguirá, con más o menos eco social, hasta septiembre de 2004.
Después, el plan puede ser aprobado, o no, en el Parlamento Vasco. Ahora no lo sería sin tres votos de la antigua Batasuna. Si es aprobado, debe ser enviado al Congreso de los Diputados, y allí será sin duda rechazado. En ese momento, el lehendakari puede adelantar las elecciones vascas o continuar "el ruido" hasta mayo de 2005, cuando toca convocarlas.
De una forma u otra, lo que el PP tiene claro es que se presentará con el plan Ibarretxe como todo programa electoral y con la pretensión de que si gana las elecciones tendrá el respaldo democrático para llevarlo a efecto. Para evitarlo, el PP quiere captar todo lo que pueda y presentar a las elecciones un magma que quiere ser "la alternativa constitucionalista a la secesión nacionalista".
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