Jettu promete resolver pronto la disputa sobre las repatriaciones

El primer ministro marroquí, Driss Jettu, se comprometió hace una semana a que su ministro de Interior, Mustafa Sahel, viajase en breve a Madrid con una propuesta para resolver el contencioso de la repatriación de los subsaharianos que llegan ilegalmente a Andalucía y Canarias procedentes de Marruecos, según indican fuentes diplomáticas españolas.

Jettu allanó así el camino para la celebración, el 8 y 9 de diciembre, de la cumbre hispano-marroquí. José María Aznar viajará a Marruecos y será recibido por el rey Mohamed VI. La diplomacia española ha establecido un vínculo entre el desarrollo de la reunión y la plena aplicación por Rabat del acuerdo de readmisión de 1992.

El primer ministro adquirió este compromiso el pasado lunes cuando recibió al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en presencia del embajador español en Rabat, Fernando Arias-Salgado. Chaves manifestó a su anfitrión preocupación por la creciente llegada de pateras y le instó a ahondar la colaboración con España.

Jettu le respondió que la visita de Sahel a España se llevaría a cabo rápidamente y que haría una propuesta a sus interlocutores españoles. El primer ministro evocó incluso la posible puesta en pie de brigadas conjuntas de guardias civiles y gendarmes para patrullar en el Estrecho, como las que ya existen en los Pirineos con la Gendarmería francesa.

Principal escollo

Desde que en enero se normalizó la relación entre Madrid y Rabat, la inmigración clandestina ha seguido siendo el principal escollo para una plena reconciliación. El Delegado del Gobierno para la Extranjería, Ignacio González, hizo el miércoles un "llamamiento a las autoridades marroquíes" para que "aumenten su colaboración" en la lucha contra ese fenómeno. Entre el martes y el miércoles acostaron en España 12 pateras, con más de 550 inmigrantes.

El compromiso adquirido por Jettu ante Chaves es el tercero de las autoridades marroquíes, en menos de seis meses. El propio Sahel anunció, el 29 de abril, a Ignacio González que en el plazo de 10 días estaría en Madrid y, el 5 de junio, el primer ministro marroquí le reiteró a Aznar, en Quintos de Mora, que el viaje se llevaría a cabo pronto.

Las autoridades españolas temen que si esta visita del ministro del Interior no se lleva a cabo la cumbre de diciembre en Rabat quede contaminada por las diferencias sobre el conflicto migratorio. Algunos altos funcionarios españoles dudan, incluso, de la oportunidad de celebrarla en tales condiciones.