La prensa debate el pospujolismo

La Maison de la Catalogne en París acogió el pasado viernes por la noche a cuatro periodistas -José Antich, director de La Vanguardia; Josep Maria Martí Font, redactor jefe de EL PAÍS; Vicent Sanchis, director de Avui, y José Antonio Sorolla, director adjunto de El Periódico de Catalunya- para que explicasen al público que llenaba la sala de actos los entresijos de las futuras elecciones catalanas.

El balance del pujolismo y las expectativas que abre la retirada del presidente Jordi Pujol fueron analizados desde distintos puntos de vista en un debate moderado por la directora de la Maison de la Catalogne en París, Àngels García. Si Martí Font constató el estancamiento económico de Cataluña a partir de mediados de la década de 1990 y su pérdida relativa de peso en España, Sanchis prefirió subrayar el progreso de la Cataluña autonómica respecto al Rosellón gestionado por el centralismo jacobino. Antich recordó que, tras 23 años de Generalitat, "vistos desde Madrid, los catalanes tienen fama de pedir siempre más y más; pero, desde Barcelona, a los gobiernos de Pujol se les reprocha reclamar cada vez menos". Sorolla, tras plantear una "elección abierta", se preguntó si los catalanes "quieren una auténtica alternancia o sólo un relevo generacional".

No hubo coincidencia a la hora de destacar los pros y los contras de 23 años de gestión. Martí Font recordó la impotencia catalana en el intento de OPA de Gas Natural sobre Iberdrola: "Madrid decidió que Cataluña no tenía derecho a una empresa tan importante. Hoy la sede de todas las sociedades españolas que pesan en el mundo está en Madrid". Sanchis dijo confiar en que "Mas, en caso de ganar, abra un proceso constituyente con el objetivo, no de independencia, pero sí de mayor autogobierno". El director de Avui mostró perplejidad ante la propuesta de "federalismo asimétrico de Maragall en un contexto en el que la otra parte no tiene ningún interés en cambiar las reglas del juego". Si a juicio de Antich "no es seguro que un cambio de liderazgo suponga un cambio de política", Martí Font cree que el final del pujolismo debería suponer "una higiénica operación de ventilación" y la liquidación del clientelismo.

Sorolla presentó las combinaciones posibles tras el voto, desde un gobierno del PSC con IU y ERC hasta otro de CiU con ERC, y subrayó el problema que supone la aparición en el gobierno catalán de ERC para un PP que demoniza el independentismo aunque sea pacífico. Nadie se atrevió a hacer un pronóstico; pero todos constataron que, excepto el PP, todos los partidos reclaman un nuevo estatuto.