Anulada entre gritos y empujones la asamblea de regantes del Ebro
A gritos y empellones finalizó antes de iniciarse la asamblea de los regantes del margen izquierdo del Ebro. La mayoría de los asistentes estaban indignados por la anulación masiva de votos propiciada por Joel Bonet, presidente plenipotenciario gracias a la decisión de la Confederación Hidrográfica del Ebro de mantenerle en el puesto pese a perder las elecciones el pasado año. El sector renovador, que se enfrentó a Bonet en los comicios y a quien la Confederación Hidrográfica descabalgó del gobierno de los regantes, anunció que recurrirá la decisión de anular unos 4.000 votos delegados por los payeses mediante acta notarial.
La asamblea derivó en trifulca tras la constitución de la mesa y después de que algunos de los presentes conocieran que sus votos no eran válidos. La junta pretendía aprobar los presupuestos de 2004, lo que, a juicio del representante del sector renovador, el abogado Lluís Pegueroles, suponía la aprobación automática de las cuentas pendientes y, en consecuencia, el visto bueno a la gestión anterior de Bonet.
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