Ningún funcionario cubano acude a la recepción del embajador español

La recepción que el embajador de España en La Habana, Jesús Gracia, ofreció el lunes en su residencia con motivo de la Fiesta Nacional fue un termómetro para medir lo mal que están las relaciones bilaterales: ni un solo funcionario del Gobierno cubano ni representantes de instituciones culturales oficiales asistieron al ágape, en el que sí estuvieron disidentes y esposas de los 75 opositores encarcelados en marzo por "conspirar" con EE UU.

Desde hace meses, Jesús Gracia, como otros jefes de misiones diplomáticas de la UE que han invitado a opositores a sus fiestas nacionales, está en la lista de los llamados embajadores Findus (o congelados). Esta categoría implica que, además de que nadie con cargo oficial acude a sus comidas y recepciones, ni son invitados por el Gobierno cubano a actividad alguna, las embajadas Findus han de realizar cualquier diligencia o trámite con ministerios, instituciones, universidades o centros estatales a través de notas verbales dirigidas a la cancillería. "En los organismos no nos cogen el teléfono, y muchas veces las notas verbales ni siquiera las contestan", explica un diplomático español. En la misma situación que Jesús Gracia están los embajadores de Italia, Reino Unido, Suecia, Francia, Holanda y Alemania.

Gracia entró en la lista negra antes incluso de invitar a los disidentes a la Fiesta Nacional. El motivo: Cuba considera al Gobierno español como el máximo responsable del endurecimiento de la política de la UE hacia Cuba. Horas antes de la recepción, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, acusó de nuevo a la UE de "claudicar a instancias del presidente del Gobierno español, José María Aznar, del británico y del italiano" y de "encabezar una política de ruptura con Cuba y de alineamiento automático con la política norteamericana" de presión.

Viceministro sin visado

El "congelamiento" de la Embajada de España ha comenzado a tener consecuencias. Rodolfo Alarcón, viceministro cubano de Educación, que tenía previsto visitar España entre el 4 y el 14 de este mes para asistir a una reunión de la Confederación de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), finalmente no podrá viajar por problemas burocráticos, según fuentes diplomáticas españolas en La Habana, que indicaron: "No es que le hayamos negado el visado. Simplemente, cuando se presentaron sus papeles, pedimos más información. Pero como no hay canales directos, pues no contestaron y finalmente recogieron el pasaporte sin visar".

La embajadora de Cuba en Madrid, Isabel Allende, indicó ayer a Efe que la CRUE cursó la pertinente carta de invitación a Alarcón ante la Embajada de España en La Habana y ésta condicionó la entrega del visado a una entrevista personal de Alarcón con el embajador español, en la que el viceministro cubano debía explicar los motivos de su viaje. "Esto es un procedimiento insólito en los usos consulares y diplomáticos", añadió Allende, "ya que Cuba nunca ha pedido una entrevista a un dirigente o a un alto funcionario español antes de concederle un visado".

Asuntos Exteriores desmintió ayer la versión de la embajadora y negó que la Embajada en La Habana solicitara tal entrevista. Fuentes de la OID explicaron a Efe que el consulado no pudo expedir el visado porque las autoridades cubanas retiraron el pasaporte sin explicación alguna, cuando la embajada todavía estaba a la espera de recibir las aclaraciones solicitadas sobre los motivos del viaje. La OID insistió en que en ningún caso hubiera hecho falta que Alarcón se desplazara hasta la embajada; habría bastado con que cualquier miembro de su equipo hiciera llegar la información, en función de la cual se podía haber expedido un tipo u otro de visado, el más rápido de ellos, probablemente, de forma inmediata.