Rato arremete ante los empresarios catalanes contra la política de protección al pequeño comercio

La batalla entre el pequeño comercio y las grandes superficies se cruzó ayer en Cataluña con la fiebre preelectoral que vive la comunidad. "Aquellos que predican el inmovilismo con los comerciantes, como con las industrias o las cajas de ahorros, sólo por poner algunos ejemplos, acaban provocando crisis mucho más graves". En campo contrario, una comunidad gobernada durante más de 20 años por los nacionalistas de CiU que han hecho bandera de la defensa del pequeño comercio, con cierta complicidad del resto de partidos políticos excepto el PP, el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, contrapuso ayer la "libertad económica" que, a su juicio, propugna el Gobierno, a las políticas que salvaguardan el comercio urbano.

Sin mencionar las restricciones a la libertad de horarios comerciales, las limitaciones para abrir nuevas grandes superficies en Cataluña o el impuesto autonómico vigente en la comunidad para los hipermercados (éstos se niegan a pagarlo), Rato compartió con los empresarios reunidos por la Cámara de Comercio de Barcelona su visión de que "la política no es un instrumento para proteger a la sociedad, en lugar de darle oportunidades".

No discutió el ministro "la intención" de salvaguardar al pequeño comercio, pero sí advirtió de que, por bien que le haya ido a este sector en Cataluña, "le ha ido peor que a la media española" en términos de empleo, valor añadido y Seguridad Social, que no especificó.

Apenas dos horas después, la respuesta. Artur Mas, conseller en cap de la Generalitat y candidato a la presidencia, declaró que "no levantaremos las restricciones a las grandes superficies", y dijo abiertamente que "estamos contra su proliferación".

Expediente sancionador

A Mas le vino de perlas el estudio de la Complutense encargado por el Ministerio de Economía según el cual las frutas y verduras pueden llegar a costar hasta un 11% más en un hipermercado que en un pequeño comercio. "En cualquier caso, no es inflacionista", dijo el dirigente nacionalista en relación a este último.

En este sentido, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Fernando Moraleda, pidió ayer al Gobierno que abra formalmente un expediente sancionador a los hipermercados y supermercados por alterar "artificialmente" los precios de los alimentos en fresco. Moraleda participó en un programa de Tele 5 y señaló que "el Gobierno debe pasar de observar a actuar", informa Efe.

Por otra parte, los distribuidores de pescado, aglutinados en Fedepesca, negaron que los productos pesqueros sean más caros en el comercio especializado, como decía el estudio de la Universidad Complutense.