El fin de la temporada turística y la caída del petróleo moderan la inflación al 2,9%
Los alimentos frescos acentúan su escalada, con un aumento del 7,7% en los últimos 12 meses
El índice de precios al consumo (IPC) subió tres décimas en septiembre con respecto a agosto. Este dato, una décima inferior al registrado en el mismo mes del año pasado, permitió una moderación en la tasa de inflación hasta el 2,9%, frente al 3% de agosto, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra resulta mucho más positiva que la registrada en septiembre de 2002, cuando el IPC alcanzaba el 3,5%. El descenso de los precios del petróleo y el fin de la temporada turística, que ha atemperado las tensiones inflacionistas en ese sector, han permitido neutralizar las fuertes subidas contabilizadas en alimentos frescos y vestido.
Los hoteles, cafés y restaurantes rebajaron sus precios un 0,8% con respecto a agosto, aunque la evolución en los últimos 12 meses sigue arrojando una subida considerable (4%). La caída mensual de precios en este grupo, tradicional en septiembre debido a la menor demanda de vacaciones, ha sido este año algo más intensa que en 2002. Para algunos analistas, este hecho obedece al efecto comparación con el año pasado, fuertemente afectado por el encarecimiento de precios que impuso la llegada del euro. Más acusado es el descenso en el grupo ocio y cultura -incluye los viajes organizados-, que bajó un 1,6% en el mes.
Energía más barata
Tras los descensos en hostelería, los de mayor incidencia en la moderación del IPC, se sitúan los de los productos energéticos. El precio de los carburantes y combustibles cayó un 0,6% en el mes y un 0,8% en el último año, una evolución muy diferente a la observada en el mismo mes del año pasado, con aumentos del 1,1% mensual y 1,3% interanual. La rebaja del precio del petróleo en septiembre explica esta mejoría energética. El barril de crudo brent, de referencia internacional, ha pasado de costar casi 30 dólares en agosto a 27 de media en septiembre. No obstante, es probable que esta partida experimente un repunte en octubre, ya que el petróleo ha sobrepasado ya este mes los 30 dólares, aunque la apreciación del euro amortigua en parte ese efecto, pues el petróleo se vende en dólares.
El buen comportamiento de hostelería y energía ha permitido compensar el empuje de los alimentos, especialmente de los frescos, que se aceleraron 2,2 puntos en el mes. En los últimos 12 meses, esta partida ha crecido ya un 7,7%, el peor dato conocido desde noviembre del año pasado. Aún por encima de ese porcentaje se sitúan la carne de ave (14,5%), las frutas (13%) y las patatas (9%). El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, insistió ayer en que el Gobierno espera una moderación de estos precios en los próximos meses y vinculó las subidas a la ola de calor sufrida el pasado verano.
La partida que más influyó en la subida mensual del IPC fue vestido y calzado. El fin de las rebajas determinó que en septiembre el precio de la ropa creciera un 2,8% con respecto a agosto, lo que sitúa la evolución interanual en el 3,9%, peor que la del año pasado por estas fechas (3,1%).
Los datos conocidos hasta ahora favorecen la previsión del Gobierno de que la inflación se acercará más al 2% que al 3% a finales del año. El IPC acumulado se sitúa en el 1,4% y sólo quedan tres meses para completar el año. En ese sentido, el impacto que pueda tener el precio de los carburantes y también el fin de las rebajas son los únicos que pueden evitar que en octubre el IPC experimente una notable recuperación y se acerque al objetivo fijado por el Gobierno. En octubre del año pasado subió el 1%, por lo que un incremento moderado dejaría el IPC interanual cercano al 2%. Algunos analistas, no obstante, no descartan una fuerte subida este mes y que la inflación cierre el año más próxima al 3%. La explicación a este pronóstico reside en que, desde que el INE tiene en cuenta las rebajas para elaborar el IPC, el impacto de las subidas de la ropa posteriores al verano se reparten en los últimos meses del año y esta rúbrica incide enormemente.
La inflación subyacente -elimina los elementos más volátiles: alimentos frescos y energía- se situó en el 2,8%, el mismo dato que en agosto.
Con la cifra conocida ayer, el diferencial de inflación con la zona euro, uno de los principales obstáculos para la competitividad española en el entorno comunitario, se sitúa por debajo de la barrera de un punto (0,9 si se confirman los datos de IPC de la zona euro para el mes de septiembre, 2,1%). La inflación española armonizada, la que se utiliza para comparar con la zona euro, alcanzó el 3%.
El IPC creció dos décimas en Portugal, hasta situarse en el 3,1%, tres décimas más que en agosto. También creció dos décimas en Italia, con lo que la tasa permaneció invariable en el 2,8%. En ese mismo nivel se situó el IPC del Reino Unido, donde la evolución mensual arrojó un descenso de una décima.
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