Maragall plantea que el Estatut defina el castellano como "patrimonio formidable"

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, se mostró ayer abierto a que una eventual reforma del Estatut defina el castellano como "patrimonio formidable" de Cataluña, siempre y cuando el Gobierno central asuma su "obligación constitucional" de defender la lengua catalana. En caso contrario, añadió, "el Estado no sería el nuestro, el de la Constitución que votamos". Maragall recibió ayer el aliento de más de 300 representantes del mundo de la cultura, quienes llamaron a la movilización por el cambio.

Maragall presentó ayer su programa de cultura en la Sala Maria Aurèlia Capmany del Mercat de les Flors de Barcelona, donde reiteró ante una nutrida representación de intelectuales su compromiso de doblar el presupuesto de Cultura -"no será de lo más difícil porque el actual presupuesto es bajísimo", afirmó- y de retomar el espíritu del fallido pacto cultural que lanzó Joan Rigol a mediados de la década de 1980, en esta ocasión a través de la constitución del Consejo de las Artes y de la Cultura.

Pero Maragall fue más allá y ofreció solemnemente un pacto por la lengua que comprometa al Estado a defender de verdad el catalán y destacó la necesidad de que la Generalitat asuma sin equívocos el castellano como un "patrimonio formidable" de Cataluña. No es la primera vez que el candidato socialista define el castellano como un "patrimonio formidable", pero ayer sugirió incluir esta definición en el Estatut aprovechando el debate sobre su reforma impulsado por todos los partidos catalanes excepto el PP.

El actual Estatut define el catalán como "lengua propia" de Cataluña y se refiere al castellano con el burocrático adjetivo de "oficial". Maragall se mostró ayer abierto a alterar la situación si el Estado asume también sin reservas que el catalán es un patrimonio de todos los españoles. "[En este caso] nosotros proclamaremos, en el Estatut si es necesario, que el castellano es un patrimonio formidable que tenemos", afirmó.

No obstante, Maragall dibujó un lúgubre escenario si el Gobierno central no asume como propia la lengua catalana: "Si el Estado no cumple con su obligación constitucional de defender el catalán, no será el nuestro, el de la Constitución que votamos", afirmó. El candidato socialista dejó claro que si no se resuelve esta situación se sentirá incómodo, pero que él nunca defenderá la "quimera" de la independencia. "Todo el mundo que es inteligente sabe que la independencia es una quimera", afirmó.

Llamamiento

Maragall hizo un llamamiento al mundo de la cultura para que se movilice y ayude a "pasar la página" del largo periodo de gobierno de Convergència i Unió (CiU). El líder del PSC definió la política cultural del pujolismo con una retahíla de adjetivos muy críticos -obstinada, apática, sectaria, insuficiente, pequeña, triste, melancólica, ignorante, quejica-, lo que le llevó a descartar de nuevo un pacto con la federación nacionalista tras las elecciones: "¡Cómo queréis que nos aliemos con la gente que nos merece este juicio!", exclamó.

En opinión del dirigente socialista, el Gobierno nacionalista ha impedido que el país conozca su propia historia y para demostrarlo puso un ejemplo atípico, raramente abordado por los políticos por tratarse de uno los símbolos sagrados del catalanismo: Rafael Casanova. "Rafael Casanova no era ni presidente de la Generalitat ni conseller en cap

de la Generalitat, sino que representaba al Ayuntamiento", explicó.

El acto sirvió como plataforma de lanzamiento del manifiesto A Pasqual Maragall, en demanda de un compromiso por la cultura, que leyó el actor Enric Majó y que ayer empezó a recibir adhesiones. El director de teatro Lluís Pascual, el escritor Javier Cercas y la pintora Francesca Llopis también tomaron la palabra para mostrar su compromiso en favor del cambio en Cataluña.

Pascual y Cercas se mostraron especialmente combativos. "Cataluña necesita un cambio porque hace más de 20 años que nos gobierna la derecha y para ella la gente, cuanto más burra, mejor", arengó Pascual. Cercas añadió que ésta es una "situación de emergencia" que exige un compromiso de los intelectuales en favor del cambio por "pura higiene democrática".

En la sala se expusieron algunas de las obras donadas por artistas para financiar la campaña del PSC y estaban previstas las actuaciones musicales de Ginesa Ortega y The Chanclettes, entre otros. Asistieron al acto Eduard Carbonell, Gemma Brió, Xavier Rubert de Ventós, Ferran Rañé, Daniel Martínez, Joan Manuel Serrat, Neo Sala, Anna Maria Moix, Quico Pi de la Serra, Carles Flavià, Oriol Regàs, Andreu Martín, Oriol Bohigas, Mario Gas, Àlex Ollé y Jordi Solé Tura, entre otros.