Saura y Carod proponen la transferencia y mejora de la red de Cercanías

La mejora de los trenes de Cercanías requiere que sean gestionados por el Gobierno catalán. En este punto coincidieron ayer, por separado y a gran distancia uno de otro, Joan Saura, líder de ICV, y Josep Lluís Carod, secretario general de Esquerra Republicana. No fue la única intervención preelectoral sobre las infraestructuras. El candidato del PP, Josep Piqué, y el consejero de Política Territorial, Felip Puig, se enzarzaron sobre la propuesta hecha por el ex ministro de Exteriores de ampliar el aeropuerto ganando terreno al mar. Puig lo calificó de "ejercicio futurista" y Piqué acusó al consejero de ser el responsable directo de un año de retraso en la llegada del AVE a Barcelona.

El proyecto defendido por Piqué fue elaborado hace unos años por la Cámara de Comercio, que decidió frenarlo en aras del consenso.

Mientras, Carod y Saura optaron por criticar que la inversión ferroviaria se haya centrado en la línea de alta velocidad en detrimento del tren de Cercanías y de los trenes regionales. El resumen de ambas formaciones es claro: se ha potenciado el tren extraordinario y se ha abandonado el tren de cada día. La solución es que la gestión se transfiera a Cataluña, dijo Carod, y se cree una autoridad ferroviaria catalán, según el planteamiento de Saura.

El presidente de ICV propuso también mejoras en la línea de Vic y coincidió con Carod en la necesidad de que haya cercanías en el Camp de Tarragona, además de en Barcelona, así como en la conveniencia de potenciar el transporte ferroviario de mercancías.

Mientras, Puig y Piqué polemizaban sobre la ampliación del aeropuerto. El consejero de Política Territorial sostenía que es imposible que en el año 2010 Barcelona disponga de una gran aeropuerto internacional. Piqué pidió al consejero que deje de engañar al personal y se atreva a explicar su proyecto de aeropuerto, si es que tiene alguno "que nadie conoce".