Bruselas estima que la situación del delta del Ebro es muy mala

La situación del delta del Ebro es casi catastrófica, con o sin trasvase. Así lo estima la Comisión Europea (CE), que considera que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) sigue siendo un quebradero de cabeza. La próxima semana, expertos del Ejecutivo central, del Gobierno de Aragón, de la Plataforma del Ebro y otras organizaciones ecologistas se reúnen en Bruselas para explicar sus puntos de vista sobre el plan.

Bruselas quiere saber cuál es la cantidad de agua que puede trasvasarse desde el Ebro y cuál es el caudal mínimo que debe llevar este río para evitar un impacto negativo en el medio ambiente y, sobre todo, en el delta del río, que con o sin trasvase, dicen fuentes de la Comisión, sufre ya un importante deterioro. La CE, que ha tenido que pedir al Gobierno español en reiteradas ocasiones más información sobre el Plan Hidrológico Nacional, cree que es difícil concluir qué estudio es el más acertado. "Algunos indican que del Ebro se podría desviar hasta cuatro veces el agua necesaria para el trasvase", dice una fuente de Bruselas. "Otros dicen que no se puede trasvasar ni una gota".

¿Tiene la CE y, sobre todo, la dirección de Medio Ambiente que dirige Margot Wallström, idea de cuál es el más acertado? Oficialmente se asegura que no y que ésa es la razón de la reunión de la próxima semana. Pero en este foro no parecen tener mucha cabida las recientes declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, quien aseguró que este año había habido tanta agua que se podrían haber efectuado varios trasvases. Los técnicos de Bruselas estiman que un análisis a fondo requiere un estudio de varios ciclos de abundancia y sequía del río para determinar cuánta agua es posible detraer del cauce habitual. De hecho, el propio PHN incluye datos desde la década de 1940.

Bruselas tiene muy claras cuáles son también las incógnitas más preocupantes. Todas ellas tienen que ver con el trasvase del Ebro porque además de los dos aspectos principales señalados sobre caudal mínimo y agua que se debe trasvasar, la Comisión Europea considera que hay proyectos incluidos en el PHN que pueden tener una relación directa con el trasvase, como el minitrasvase Tarragona-Barcelona y el del Júcar-Vinalopó.

Un problema de sedimentos

Bruselas también parece tener meridianamente claro que el delta del Ebro necesita un plan de recuperación y que su situación es casi catastrófica, con o sin trasvase. "No se trata sólo de un problema de escasez de agua, sino de sedimentos acumulados en una zona ecológicamente incomparable", dice un experto de la Comisión.

En todo caso, Bruselas analiza con lupa los proyectos que le suscitan dudas, bloqueando de alguna forma el procedimiento normal, si bien la Comisión siempre ha puntualizado que tal situación no supone realmente un bloqueo.

La decisión de la Comisión puede tardar meses en llegar. La Dirección General de Medio Ambiente, tras ésta y, seguramente, varias reuniones más, decidirá si todos los proyectos problemáticos están conformes con las directivas europeas de medio ambiente y, especialmente, con la normativa Habitat.

De no ser así, la Comisión, a través de la Dirección General de Política Regional, que es la que adjudica los fondos, podría negar la financiación comunitaria que España reclame, lo cual todavía no ha sucedido para el trasvase del Ebro. Se considera que el PHN costará más de 4.000 millones de euros y que España podría obtener hasta el 50% de financiación comunitaria. Algunos proyectos incluidos en dicho plan, entre los que hay la construcción de desaladoras, ya han finalizado y han conseguido sin problemas fondos europeos, recordó una fuente diplomática española.

La comisaria Wallstrom recibió ayer a los presidentes de Valencia, Francisco Camps, y de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que estaban en Bruselas en una reunión del Partido Popular. Ambos habían protestado por no estar invitados a la reunión de los próximos días 16 y 17. La Comisión Europea alegó que ninguna de ambas comunidades había presentado informes técnicos como para poder participar en ella y asegura que es una reunión meramente técnica y no una negociación.