Cascos elude dar una fecha para la llegada del AVE a Barcelona

Pronto. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, aseguró ayer que el AVE llegará "pronto" a Barcelona, pero eludió dar una fecha concreta. El ministro dijo que Cataluña será en 2004 la comunidad con mayores inversiones del Gobierno central en infraestructuras y descartó, al menos a corto plazo, la propuesta de Felip Puig de construir un tercer carril en la A-7 hasta la frontera. Cascos prefiere desdoblar la N-II.

Álvarez-Cascos no quiso fijar una fecha para la entrada en funcionamiento de la línea del AVE Lleida-Barcelona -inicialmente prevista para 2004- ya que, según el ministro, la puesta en marcha de este tramo dependerá de los "avances"que se produzcan tras los nuevos acuerdos alcanzados en el trazado de El Prat a la capital catalana. Cascos, que ayer pronunció una conferencia sobre las infraestructuras de transporte en Cataluña en el foro Tribuna Barcelona, afirmó que si todo funciona correctamente la línea Madrid-Lleida irá a más de 300 kilómetros por hora "a mediados del próximo año". "Para llegar a esa velocidad se tienen que dar dos condiciones: que Talgo y Siemens entreguen los trenes a finales de año y se pueda empezar el periodo de pruebas, y que la empresa encargada de la señalización pueda poner en marcha el sistema ERTMS en el plazo previsto", matizó.

El cremallera de Montserrat

El ministro asumió "su responsabilidad" por los nueve meses de retraso de la entrada en funcionamiento de la línea Madrid-Lleida y reconoció que "empaña la trayectoria del ministerio". Sin embargo, añadió que el retraso sólo supone el 10% de desviación en una obra que ha tardado 90 meses en construirse. Cascos comparó este retraso con el "desfase" de otras obras realizadas por otras administraciones, como por ejemplo la del tren cremallera de Montserrat, construido por el Gobierno de CiU. Este tren tenía que ser inaugurado en el primer cuatrimestre de 2002 y lo fue en junio de 2003. La empresa explicó ayer que el retraso se debió, sobre todo, a las riadas de junio de 2000, que originaron un cambio de trazado y una demora de 12 meses.

Cascos aseguró que la línea del AVE ha sido realizada por "los mejores técnicos, ingenieros y geólogos" y no quiso asumir ningún tipo de responsabilidad por "un socavón aparecido en una plantación de maíz a 650 metros de la línea". El ministro se preguntó por qué todo el mundo dice que se va a hundir el AVE y no la autopista o la feria de Zaragoza, cercanas a la zona. "Aquí entran descalificaciones políticas envueltas en cuestiones técnicas", añadió. Retrasos y socavones aparte, el titular de Fomento reiteró que el AVE es "una obra de ingeniería, orgullo de España en todo el mundo".

Cascos resaltó que Cataluña es la comunidad que recibirá más inversiones de Fomento en el próximo año. Las inversiones previstas ascienden a 2.666,5 millones de euros, un 5,8% más que el año pasado. Pero más de la mitad de esta partida (1.567 millones) irá destinada casi en su totalidad a la línea de alta velocidad. "Estas cifras dejan en evidencia una vez más la trasnochada reivindicación victimista del candidato a la presidencia de la Generalitat por CiU [Artur Mas]", dijo.

En relación con la oferta que hizo la semana pasada el consejero de Política Territorial de la Generalitat, Felip Puig, de asumir parte de la financiación de un tercer carril en la A-7, autopista dependiente del Ministerio de Fomento, hasta la frontera, Cascos se limitó a responder que su intención es convertir en autovía la N-II a su paso por Girona.

La propuesta de Puig coincidió con los planes anunciados por Abertis (empresa nacida de la fusión entre las concesionarias ACESA y Áurea) de invertir entre 200 y 300 millones de euros en la ampliación de un tercer carril hasta La Jonquera. La concesionaria no desea el desdoblamiento, porque le restaría tráfico, y prefiere que una Administración pague parte de la ampliación, a lo que se ha ofrecido el gobierno de Jordi Pujol. De todos modos, Abertis señaló que la propuesta sólo prosperaría con el visto bueno de Fomento y Cascos dejó claro ayer que no tiene intención de impulsar esta ampliación y, menos, de pagarla.