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Tres hombres resultan intoxicados por consumir 'éxtasis' y anestésico

Tres hombres, de entre 29 y 31 años, resultaron intoxicados de gravedad en un afterhours (discoteca matinal que abre fuera del horario legal) del distrito de Chamberí al ingerir pastillas de éxtasis y ketamina (un anestésico). Los médicos del Samur tuvieron que atenderlos en la calle, ya que los pacientes quedaron inconscientes y tenían dificultades para respirar. Al llegar al centro hospitalario se agravó su estado y dos de ellos entraron en coma grave, del que fueron evolucionando a lo largo de la tarde. Ayer, los facultativos esperaban darles el alta en dos o tres días, salvo complicaciones.

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Los hechos ocurrieron sobre las nueve y media de la mañana en el número 56 de la calle de Alberto Aguilera, en un local de copas llamado ahora Steel (acero, en inglés). Mientras miles de madrileños se dirigían a sus trabajos como un lunes cualquiera, decenas de jóvenes se divertían en este local que abre de jueves a domingos y cierra a altas horas de la mañana.

A esa hora entró una llamada de aviso de los amigos de los hombres que alertaban a los servicios de emergencia de que tres hombres se hallaban en el exterior del local de copas en estado de inconsciencia, según informó un portavoz de Emergencias Madrid. Al lugar se trasladaron varias dotaciones del Samur-Protección Civil, que atendieron a los enfermos en la propia calle. Según un portavoz oficial, las maniobras fueron "dificultosas", ya que las víctimas no respondían a los medicamentos que les eran suministrados.

Después de ser entubados y estabilizados, dos de ellos fueron trasladados al hospital Clínico. Ambos, de 29 y 30 años, eran los que tenían un pronóstico más grave, al sufrir una reacción a la droga más fuerte que su amigo. Según un portavoz del centro hospitalario, entraron a mediodía en coma profundo y sufrían hipotermia (baja temperatura corporal). Los médicos llegaron a temer por la vida de uno de ellos.

El tercer amigo, de nacionalidad británica, fue trasladado a la clínica de La Concepción. Al igual que sus compañeros, fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos (UCI), donde al menos permanecerá un par de días más, según fuentes hospitalarias. El paciente se despertó por la tarde con movimientos muy violentos y especialmente nervioso, por lo que tuvo que ser sedado. Los médicos, al igual que en el caso de los otros dos intoxicados, no apreciaron lesiones psicomotrices ni neuronales, ya que movían las extremidades y respondían a estímulos exteriores.

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Otros amigos de los tres hospitalizados se acercaron a lo largo del día a los dos centros hospitalarios y comentaron a los médicos que sus amigos habían ingerido éxtasis y ketamina. Esto permitió a los facultativos saber a qué tipo de sustancia se estaban enfrentado.

En el after hours también estuvieron varias patrullas de la Policía Municipal. Tras inspeccionar el local se incautaron de varias papelinas de estupefacientes, supuestamente cocaína, según el portavoz de Emergencias Madrid. Además, también hallaron pequeños botes de plástico, como los que se utilizan para vender el éxtasis líquido. Los agentes no llegaron a detener a ninguna persona.

Cierre cautelar

Los agentes solicitaron a la autoridad judicial el cierre cautelar del local, dada la gravedad de los hechos ocurridos en su interior. También han abierto diligencias para cerrar el establecimiento por infracciones administrativas, como el incumplimiento de los horarios de apertura de locales de ocio y por supuesta tolerancia al consumo de drogas.

Esta discoteca de la calle de Alberto Aguilera es un local muy conocido por los agentes municipales. Son frecuentes las redadas que han hecho en su interior y han encontrado irregularidades y venta de sustancias estupefacientes. Han propuesto de forma reiterada su cierre, pero cuando se completa el expediente y se va a acometer su clausura, los dueños cambian el nombre de la empresa y del local, por lo que es necesario la reapertura de todo el proceso.

Los vecinos han presentado numerosas quejas y escritos a las autoridades municipales, que hasta la fecha se han mostrado incapaces de clausurarlo. "Es vergonzoso ver cómo la gente sale a las once o las doce la mañana completamente colocada y que no para de vomitar en la acera", señalaron vecinos afectados por este local de ocio. Este periódico intentó localizar ayer, sin éxito, a la dirección del establecimiento.

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