El municipio quiere poner a patrullar a 400 policías que vigilan edificios
Muchos de los inmuebles del Ayuntamiento serán custodiados por agentes privados
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid planea rescatar a unos 400 agentes, actualmente dedicados a la protección de edificios municipales, para dedicarlos a tareas de seguridad ciudadana. Este proyecto, que se enmarca dentro de la promesa del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón de luchar contra la imparable escalada delincuencial, pasaría por la sustitución de estos agentes por vigilantes privados. La idea, que está ya en una fase bastante avanzada, podría concretarse durante el presente mes, según fuentes municipales.
Entre 800 y 1.000 integrantes de la Policía Municipal de Madrid, compuesta actualmente por unos 6.500 agentes, están desaprovechados o no rinden todo lo que desean sus mandos, bien por hallarse en puestos "poco policiales" o bien por sufrir enfermedades o ser de edad avanzada. Los planes de la concejalía de Seguridad, a cuyo frente está Pedro Calvo Poch, pasan por intentar rescatar para labores de calle a aquellos que hoy se limitan a "estar de plantón" en juntas municipales de distrito, museos y otros edificios de propiedad municipal.
La protección estática de las 21 juntas municipales de distrito existentes en la capital mantienen ocupados diariamente a unos 160 agentes, teniendo en cuenta los turnos de vigilancia. Pero además es frecuente que alguno de estos policías sufran bajas prolongadas por enfermedad o por ser personas que están próximas a la prejubilación. Esto hace que a menudo tengan que ser reemplazados por compañeros de otras unidades.
La concejalía pretende "reordenar" esta situación y "rentabilizar los efectivos" con que cuenta la Policía Municipal, según Arturo Canalda, delegado de Seguridad. "Creemos que no tiene sentido que haya más de un policía que esté haciendo de ordenanza, como sucede ahora", añade Canalda. Éste, sin embargo, promete: "No vamos a escatimar medios ni personas en aquellos puestos donde se considere que hay razones objetivas para mantener a un policía seguirá habiendo un policía". Tal es el caso de la sede del Ayuntamiento y la futura sede de la alcaldía en Cibeles o el recinto de la Casa de Vacas (en el primer caso por ser un edificio representativo del poder municipal y en el segundo por haber frecuentemente exposiciones artísticas de alto valor).
Al margen de las 21 juntas de distrito, hay multitud de edificios que están bajo la protección de agentes locales: el Laboratorio Municipal, el Museo de la Ciudad, el Museo Municipal, el Planetario, instalaciones deportivas, etcétera. El proyecto que maneja el concejal Calvo Poch consiste en analizar uno a uno estos casos y determinar en cuál de ellos sería viable sustituir a los policías por vigilantes privados. "Creemos que hay casos en que es perfectamente posible reemplazar a los policías por vigilantes privados, apoyados por un sistema de cámaras de videovigilancia u otros medios técnicos", opina Canalda, quien admite que el proyecto supone "un cambio de mentalidad" y una reordenación de la estructura de funcionamiento del cuerpo.
Esta pequeña revolución pasa por la regulación de la llamada segunda actividad, que consiste en una especie de prejubilación para aquellos agentes de edad más avanzada y con peores condiciones psicofísicas. Esta situación ya está regulada desde hace años en el Cuerpo Nacional de Policía y en la Guardia Civil, pero no así en la Policía Municipal de Madrid, que sólo tiene contemplada en su reglamentación laboral los llamados "puestos adaptados" (para los agentes más envejecidos o con achaques). Estas personas podrían, por ejemplo, realizar tareas burocráticas en archivos policiales o en la tramitación de expedientes de interés policial, en los que conviene tener garantizada la reserva y la confidencialidad.
Reunión de mandos
El jueves pasado ya se celebró la primera reunión entre los mandos de la Policía Municipal y los sindicatos con representatividad en el cuerpo para abordar esta reforma y lo previsto es que tal negociación continúe en las próximas semanas. De llegar a un acuerdo, el Ayuntamiento calcula que podría contar con 400 agentes más para patrullar las calles (actualmente con muy escasa vigilancia, sobre todo durante la noche) y aprovechar mejor sus efectivos.
"No se trata de dejar la protección de los edificios municipales en manos de empresas privadas de seguridad, aunque no es aberrante que así ocurra en muchos casos. Desde hace años hay ya vigilantes privados que realizan labores de control en el aeropuerto de Barajas , en ministerios y en otros muchos centros oficiales dependientes del Gobierno central o de los gobiernos autonómicos", explica un responsable policial. Además, éste resalta que resulta más rentable que así sea, tanto económica como funcionalmente. "No se trata de una cuestión económica", insiste Canalda, "ya que no vamos a escatimar medios ni dinero en aquellos edificios donde se vea que hay razones de peso que aconsejan que haya un policía y no un vigilante privado".
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