Las políticas de contratación se animan
En estos momentos, la banca de inversión está inmersa en la planificación de sus políticas de contratación para el año 2004 y, a diferencia de los últimos dos o tres años, el buen comportamiento de los mercados bursátiles y de la economía se está traduciendo en un aumento de la confianza que debería desembocar en una mayor actividad de fusiones y adquisiciones. También se espera que 2003 sea positivo para el negocio de renta fija, si bien éste podría ya estar tocando techo. A pesar de las difíciles condiciones vividas recientemente por la banca de inversión, los buenos resultados registrados en lo que llevamos de año no hacen sino poner de manifiesto la buena salud de que goza el mix de negocio de los principales bancos de inversión, así como su confianza a largo plazo en el sector.
Por consiguiente, cobra fuerza la idea de que las grandes firmas de inversión acudirán a las universidades y escuelas de negocios y contratarán más analistas y graduados de master de Administración de Empresas (MBA) en 2004 que en años anteriores. Sin embargo, se corre el riesgo de caer en un exceso de optimismo: la competencia por los puestos disponibles seguirá siendo feroz, toda vez que el aumento en la contratación de MBA tiene visos de ser modesto. Además, es improbable que se vuelvan a alcanzar en un futuro cercano los niveles de contratación de 1999 y 2000.
Además de las campañas de contratación que tienen lugar durante el otoño, que persiguen captar al estudiante de último año, no pocos bancos de inversión han terminado por depender de los programas de prácticas de verano dirigidos a estudiantes de penúltimo año, cuya finalidad es convertirlos en la fuente principal de contrataciones indefinidas. Ahora no hay duda de que estos programas constituyen un instrumento de contratación de bajo riesgo que no sólo permite a los bancos determinar las aptitudes de los que contratan en prácticas, sino que también conceden a éstos una excelente oportunidad para decidir si quieren desarrollar su carrera en el negocio de la banca de inversión.
Suscitar el interés por la banca de inversión en las primeras etapas de la formación es de vital importancia a la hora de crear una fuente de talento. De ahí que muchas firmas organicen diversos simposios y talleres para los estudiantes durante sus primeros años de universidad, a modo de anticipo del programa de verano. Sin embargo, una importante proporción de los profesionales que se contratan no proceden de estos programas.
También es importante señalar que, a pesar del acusado descenso de los mercados de valores y del negocio de fusiones durante los últimos tres años, por lo general los bancos de inversión no han cerrado la puerta a la contratación de recién licenciados. Las firmas saben muy bien que el éxito a largo plazo se fundamenta en su capacidad para atraer y desarrollar el talento que busca su primer empleo en todos los ciclos de mercado. Congelar la contratación de recién licenciados en una etapa de recesión sólo contribuye a crear un vacío de talento que irá debilitando el tejido de la firma a medida que vaya ascendiendo por la jerarquía de la empresa con el paso de los años. Cuanto esto ocurre, sólo se puede llenar ese vacío contratando personal con experiencia de la competencia, con el lógico aumento de costes.
Es más, el impacto real de la recesión de los mercados ha sido el descenso en la demanda de profesionales con experiencia. Aquélla se ha ralentizado hasta niveles mínimos en los departamentos de valores y asesoramiento financiero de la mayoría de las casas. Únicamente los mercados de deuda han dado alguna muestra de querer contratar profesionales con experiencia.
A pesar de la continua incertidumbre que rodea a los mercados, las perspectivas a corto y medio plazo son, ciertamente, más halagüeñas.
Calum Forrest es director de contratación de Goldman Sachs Europa.
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