Separación forzosa
CRUZ BLANCO | Madrid
La pareja de adolescentes gitanos que fue obligada a casarse la semana pasada en Sibiu (Rumania) vivirá separada. Las autoridades rumanas han declarado ilegal el enlace y han ordenado que Ana María Cioaba, de 12 años, y Mihai Birita, de 15, prosigan sus estudios. Frente al matrimonio a la fuerza, separación forzosa. Anca Dragan, responsable de los servicios de protección de menores de Sibiu, ha afirmado que los adolescentes no pueden cohabitar.