Piqué combate la reforma del Estatut con la promesa de reducir impuestos

Frente a las "aventuras" de reforma estatutaria, estabilidad institucional y un ambicioso programa de reducción de impuestos por valor de más de 300 millones de euros. Éste es el hilo conductor del programa electoral que ayer presentó el candidato del PP, Josep Piqué, quien aspira, si es decisivo, a trasladar a Cataluña las recetas que el PP ha impulsado desde el Gobierno central.

Piqué presentó su programa en La Pedrera ante una audiencia en la que abundaban los cuadros del partido, que se removían inquietos en sus asientos porque siguen en ascuas ante la lista electoral: el PP es el único partido que ha presentado su programa sin cerrar la composición de la lista electoral. También asistieron -en menor número- representantes de la llamada sociedad civil, como el presidente de Pimec-Sefes, Josep González; el de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortalà, y el secretario general de la Confederación de Comercio, Miguel Ángel Fraile.

El líder del PP reiteró su tajante oposición a las reformas estatutarias que impulsan el resto de los partidos y aseguró que asumirá "sin complejos" la soledad del PP en la campaña. "Somos la única fuerza catalana que defiende el Estatut", clamó.

La estrategia que Piqué utilizará para tratar de contrarrestar las propuestas del resto de los partidos irá más dirigida al bolsillo de los ciudadanos que a su corazón: así como Josep Lluís Carod vende la independencia como la mejor pócima para aumentar el bienestar, Piqué apuesta por España como la mejor inversión para los catalanes: "Las principales crisis económicas siempre son las políticas", aseveró.

El programa de Piqué huye de los elementos conflictivos que marcaron al partido en el pasado -no dijo ni una palabra sobre la lengua- y se basa en trasladar a Cataluña las recetas del Gobierno central, empezando por la promesa de reducir los impuestos y "flexibilizar" la economía "de forma constante".

La reducción de impuestos exigida por el PP -supresión del impuesto sobre sucesiones, reducción del impuesto de transmisiones patrimoniales, supresión del impuesto sobre el patrimonio en el IRPF y aplicación en el tramo autonómico de las mismas reducciones que acuerde el Gobierno- supone un ahorro mínimo de 300,5 millones de euros, según fuentes del PP. Piqué sostiene que la reducción impositiva no perjudicaría a la Generalitat porque cree que ayudaría al desarrollo económico, con lo que se mantendría la recaudación.