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La demanda de estudios de Filología Catalana cae en picado

Sólo 127 alumnos optan por la carrera, el 37% de las plazas ofertadas

Mar Padilla

Filología Catalana parece vivir su peor momento. Según datos del Departamento de Universidades, el número total de estudiantes que inician esta carrera ha disminuido de forma drástica: si en 1999 fueron 360 los matriculados en el primer curso, en 2002 esta cifra cayó hasta 127, y sólo logró cubrir el 37% de las plazas ofertadas. Los expertos ven como causa principal la saturación de las salidas laborales y reclaman una urgente reorientación académica.

Todas las filologías que ofertan las universidades catalanas sufren una caída de matrícula, pero la situación de la catalana es especialmente preocupante. A la pérdida galopante de estudiantes hay que añadir que de los 127 alumnos matriculados, 57 no habían solicitado estos estudios como primera preferencia, sino que optaron por ellos tras no poder cursar la carrera que habían elegido. Por otra parte, un informe del Ministerio de Educación sobre las matriculaciones del curso 2002-03 señala que las plazas ofertadas para el primer curso de esta carrera fueron 345, lo que supone que los alumnos matriculados sólo han cubierto el 37%. De las 95 licenciaturas y diplomaturas que ofrecen las universidades públicas catalanas, Filología Catalana es la tercera por la cola con un menor porcentaje de demanda respecto a la oferta, sólo por detrás de Filología Eslava y Filología Hebrea.

"Todos los estudios de filología se han de reestructurar para adaptarse, y es un tema del que hay que hablar largo y tendido", señaló ayer Antoni Badia i Margarit, filólogo y ex rector de la Universidad de Barcelona (UB), quien añadió que "falta prospección" en los estudios universitarios del catalán y "hay que planificar más".

Para Carme López, subdirectora general de Universidades del DURSI, hay dos factores que explican esta caída de matriculación: que los puestos de trabajo donde eran deseables estos estudios, como la Administración o la enseñanza "ya están cubiertos y aún no hay jubilaciones, pues la gente es joven", y que en los últimos años ha aumentado la oferta de estudios como Traducción e Interpretación o Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, "que compiten con Filología con un tipo de alumnado parecido". Por su parte, Coloma Lleal, decana de Filología de la UB, reconoció ayer que "hay una inflación de la oferta que afecta a todas las universidades" y señaló que los centros deben reorientar estos estudios teniendo en cuenta el nuevo marco universitario europeo previsto para 2010.

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Sobre la firma

Mar Padilla
Periodista. Del barrio montañoso del Guinardó, de Barcelona. Estudios de Historia y Antropología. Muchos años trabajando en Médicos Sin Fronteras. Antes tuvo dos bandas de punk-rock y también fue dj. Autora del libro de no ficción 'Asalto al Banco Central’ (Libros del KO, 2023).

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