Bustos Tovar presenta la gran obra inédita de Menéndez Pidal
Ramón Menéndez Pidal nunca pudo concluir su Historia de la lengua española, la obra que había proyectado como su gran testamento filológico, debido a diversas circunstancias históricas y personales. Dejó, eso sí, una abundantísima documentación y numerosos materiales que su nieto y discípulo, Diego Catalán, ha ido ordenando y dotando de sentido a lo largo de los años. El resultado de esta compleja y paciente labor, una obra de más de 1.300 páginas, se presenta hoy en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid dentro de los actos del VI Congreso de Historia de la Lengua Española.
El profesor José Jesús de Bustos Tovar, organizador del congreso y director del Instituto Complutense Menéndez Pidal, comentó ayer que, "si bien la investigación ha evolucionado mucho tanto en su metodología como en sus ámbitos de interés desde la muerte de Menéndez Pidal en 1968, esta obra tiene un enorme valor. Es un testimonio preciso de lo que ha sido una concepción de la historia y de la filología. En sus páginas queda resumida buena parte del pensamiento de su autor, un hombre de la generación del 98 que, al igual que sus contemporáneos, estaba convencido de que el progreso de España sólo sería posible utilizando métodos científicos modernos para estudiar su cultura y su historia".
Guerra Civil
Menéndez Pidal comenzó a acumular los materiales que componen este libro a principios del siglo XX. Mientras, el catedrático de la Universidad de Madrid fue publicando otras investigaciones como Orígenes del español. Su intención era tener la Historia de la lengua española lista para imprimir a mediados de los años treinta, pero el estallido de la Guerra Civil alteró todos sus planes. Aprovechando un viaje a Cuba en 1937, Menéndez Pidal abandonó Madrid y se reunió con su familia, que se encontraba en la zona controlada por los militares sublevados. La documentación en la que había estado trabajando se quedó en el Centro de Estudios Históricos y en su casa madrileña. Todos aquellos papeles fueron a parar a la Sociedad de Naciones, en Ginebra, y no volvieron a España hasta 1944. Por aquel entonces, el profesor contaba con 75 años y se encontraba trabajando en otra de sus obras fundamentales, Romancero hispánico. Casi sesenta años después, la obra que engloba toda la concepción filológica de Menéndez Pidal se presenta ante el público.
El VI Congreso de Historia de la Lengua Española, que organiza la Universidad Complutense de Madrid, continuará hoy con su programa de conferencias, ponencias y seminarios sobre diversos aspectos de la investigación más reciente. Este encuentro, que reúne a más de 400 especialistas de todo el mundo, concluirá el próximo viernes, día en el que se celebrará un acto de homenaje a la memoria de los filólogos Rafael Lapesa y Manuel Alvar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.