La cocina entra en el Palau

La proyección de la cocina catalana está llegando a unos niveles insospechados, como es el de reunir ayer al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en una misma mesa con Ferran Adrià. No, no era una mesa de restaurante, que es sabido que Pujol no es muy dado a la buena mesa, sino del Saló Torres García del Palau de la Generalitat. ¿El motivo? Anunciar la creación, en Sant Benet de Bages, del Centro Internacional de Cultura de la Alimentación e Investigación Gastronómica, con patrocinio de Caixa de Manresa y Ferran Adrià como superestrella. El centro, que empezará a funcionar el próximo 1 de enero (provisionalmente en un piso modernista de la calle de Casp), busca aprovechar el gran momento de la cocina catalana para hacer una labor social y de investigación.

Adrià, que está estudiando abrir un restaurante en Barcelona (muy distinto de El Bulli), fue sincero en la presentación: "Si hace 10 años hubiéramos propuesto una cosa así, la gente se habría echado a reír. Ahora, por suerte, esto ya no pasa. Cataluña puede ser un líder mundial en gastronomía, siempre que nos pongamos a trabajar. Y para ello, un centro como éste es importante. Yo no pienso cobrar ni una peseta, pero los de Caixa de Manresa dicen que habrá dinero para hacer estudios, cursos e investigaciones. Veo, pues, que se lo toman en serio. No penséis, sin embargo, que allí vamos a hacer mousse de humo. Esto ya lo hacemos en El Bulli. Haremos estudios y cursos, porque lo que no puede ser es que un universitario sepa hacer funcionar un ordenador y no sepa hacer un huevo frito".

El director del nuevo centro, el experto en gastronomía Toni Massanés, comentó en presencia de numerosos cocineros catalanes que en el centro se interesarán por la historia de la cocina catalana y por programas educativos y de innovación. Adrià, por su parte, insistió en que éste será un proyecto de todos.

El presidente Pujol, que confesó hace unos años que su plato preferido es la tortilla de patatas, comentó sorprendido que hace 30 años no detectó que el país se interesara por la gastronomía. "La gente se preocupaba entonces de la industria y del paro. Ahora, sin embargo, hay otros planteamientos. ¿Quién iba a decir hace 30 años que la gastronomía se convertiría en una industria nacional?".

Después, destapó el tarro de su ironía para decirle al presidente de Caixa de Manresa, Valentí Roqueta: "Tenéis la suerte de tener a Adrià con vosotros, de tener a un genio. Eso está bien, pero id con cuidado, que las relaciones con los genios siempre son difíciles". Luego, dirigiéndose al cocinero, comentó: "Se me quejaba Adrià de que hace 10 años no le hacíamos caso a la cocina catalana. Y es verdad, pero por lo visto no le hacíamos falta. Mira hasta dónde ha llegado Adrià por sí solo. Y es que ya digo siempre que en este país lo importante es la gente".

Ferran Adrià se permitió una nota de humor al decirle al presidente: "Ahora que creo que tendrá un poco más de tiempo, espero que se pase algún día por Sant Benet de Bages".