A vueltas con el Pueblo Vasco

De la sosegada, a veces hasta divertida, lectura del Pacto Político para la Convivencia que por fin ha presentado el Lehendakari, extraigo algunas conclusiones. Aunque soy abogado y creo que estas son acertadas, agradeceré cualquier corrección al respecto.

Por una parte está el Pueblo Vasco, que se define geográficamente (ver Primer Pilar) en los siete Territorios articulados en tres ámbitos jurídico-políticos diferentes y ubicados en dos estados, y poblacionalmente (ver Tercer Pilar), en los ciudadanos y ciudadanas de dicho ámbito geográfico.

Por otra está la ciudadanía vasca (ver Base 1º tercer epígrafe), que la conforma todas las personas que tengan vecindad administrativa en alguno de los municipios de la Comunidad de Euskadi (integrada por los Territorios de Araba, Bizkaia y Guipúzcoa).

Asimismo, se reconoce la ciudadanía vasca a todas las personas residentes en el extranjero que hayan tenido su última vecindad administrativa en la Comunidad de Euskadi (ver epígrafe "Las relaciones con la diáspora").

Según ello y para aclararnos pongamos algunos ejemplos:

El Presidente de Euskaltzaindia, Jean Haritschelhar, pertenece al Pueblo Vasco pero no es ciudadano vasco porque reside en Anglet; lo mismo puede decirse del Presidente de la Comunidad Foral Navarra, Miguel Sanz, le guste o no.

La señora colombiana vecina de Algorta que cuida a mis hijos y a la que, después de dos años en España, le han concedido la nacionalidad española, forma parte del Pueblo Vasco y es ciudadana vasca. Joseba, Ertzaina euskaldunzaharra, con infinidad de apellidos vascos y vecino de Castro, no forma parte del Pueblo Vasco ni es ciudadano vasco.

Nati mi cuñada, nacida en Palencia, que antes de trasladarse a Alemania, donde todavía vive, pasó un par de años en Bilbao al casarse con mi hermano, forma parte del Pueblo Vasco y es ciudadana vasca.

Última conclusión, sólo Nati y la señora colombiana podrán adquirir algún día la nacionalidad vasca.