Una historia de película

Una presunta víctima, escondida por las autoridades en un lugar seguro; un supuesto culpable, rico y famoso; la mafia rusa; el tribunal que lleva el asunto, investigado por presuntas filtraciones a la prensa... Rebozado en una trama digna del mejor folletín policiaco, el caso Kobe Bryant mantiene vivo el interés y proporciona novedades diarias. No es para menos: la carrera del baloncestista de los Lakers de Los Ángeles, de 25 años y uno de los mejores de la Liga profesional norteamericana (NBA), está en juego. Si fuera declarado culpable, su condena podría ir de los cuatro años de cárcel a la cadena perpetua o a los 20 años de libertad condicional.

Los hechos sucedieron el 30 de junio, cuando Bryant mantuvo una relación sexual con la recepcionista de un hotel en Edwards (Colorado, EE UU). Él reconoce el encuentro carnal, pero alega que fue de mutuo acuerdo. Ella mantiene que fue forzada y le acusa de violación. El 9 de octubre se celebrará la primera vista preliminar, en la que se presentarán las pruebas que incriminan al deportista.

Los abogados de Bryant han solicitado que la sesión sea a puerta cerrada y sin cobertura periodística. Los servicios jurídicos de varios rotativos y canales de televisión han reaccionado de inmediato ante un decisión que vulneraría, argumentan, el derecho a la información. Según la norma general, estas vistas son abiertas. Pero los defensores del jugador dicen que ello le perjudicaría al revelarse detalles de su alegación.

La otra incógnita es si la presunta víctima acudirá a declarar. De hacerlo, lo haría sin que se la viera el rostro. Se la colocaría dentro de una cámara o se apagarían las luces de la sala.

La identidad de la denunciante es oficialmente un misterio. Sólo se conoce que tiene 19 años y que, por seguridad, se halla en paradero desconocido. Pero durante el verano varios medios de comunicación han filtrado su nombre y en Internet se han publicado fotos suyas. Además, sin que se haya aclarado quién es el responsable, la pagina web del juzgado de Eagle emitió un informe con sus datos. A la hora, tras la alerta por la metedura de pata, se eliminó cualquier referencia que pudiera dar pistas. Pero lo cierto es que, según ha denunciado su padre, la chica ha recibido amenazas telefónicas y varios intrusos se han colado en su casa.

Lo más rocambolesco fue la encarcelación hace unos días de Patrick Garber, conocido como Yuri. Este hombre se ofreció al director de seguridad de Bryant para "deshacerse de la mujer" por tres millones de dólares, uno antes del trabajo y dos después. La policía y el FBI organizaron su captura. Agentes camuflados mantuvieron en el garaje de un supermercado una reunión con él y le ofrecieron una parte del dinero en billetes falsos. De 31 años y nacionalidad suiza, Garber llegó a Estados Unidos con la idea de ser actor. Fracasó y se convirtió en monitor gimnástico. Al menos, su arresto fue cinematográfico. Ahora se investiga si tiene alguna conexión con la mafia rusa.

Cada vez queda menos para la primera vista y cada parte prepara su estrategia. Los letrados de Bryant no han escatimado esfuerzos ni dólares en escarbar en el pasado de la acusadora. Así, han planteado que la joven podría sufrir un desequilibrio mental y emocional, ya que en el plazo de dos meses habría intentado suicidarse con una sobredosis de pastillas para dormir. A su vez, los representantes de ella ofrecerán el testimonio de una enfermera que la trató tras su relación con Bryant e informes médicos.

Los Lakers comenzarán su pretemporada el 2 de octubre en Hawai. Bryant estará allí. David Stern, el comisionado de la NBA, no ha puesto pegas a su participación en la Liga durante el proceso: "Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. No sería bueno que cada acusado de algo tuviera que abandonar su trabajo".