¿Hay marcianos en el río Tinto?
Un grupo de científicos busca en la comarca onubense formas de vida similares a las que puede haber en Marte
La superficie y el subsuelo del río Tinto, localizado en el municipio minero de Minas de Riotinto (Huelva) tienen muchas similitudes con la superficie de Marte que pueden ayudar a la búsqueda de vida en ese planeta. Con esa convicción un grupo de 30 científicos de la NASA y del Centro de Astrobiología de España se ha desplazado hasta esa localidad con el objetivo de hallar muestras que arrojen luz sobre unos de los grandes retos científicos: comprobar si puede existir alguna forma de vida en el planeta rojo.
El proyecto se denomina Experimento Astrobiológico de Tecnología e Investigación de Marte y tiene como primera misión realizar perforaciones de 150 metros de profundidad en el subsuelo del río Tinto, similares a que está previsto realizar en Marte en un futuro, tras el rastro de alguna vida subterránea.
Los datos extraídos se analizan posteriormente en un laboratorio improvisado en una de las salas del Museo Minero Ernest Lluch de Minas de Riotinto, donde químicos, ingenieros y biólogos comparten aparatos de alta tecnología. El proyecto tiene un coste de cinco millones de dólares, incluyendo la participación española que financia el 30%.
La directora del proyecto Marte, Carol Stoker, de la NASA, explicó ayer que los científicos centran ahora sus trabajos en la extracción de "testigos", que son como masas de piedra caliza, procedentes del subsuelo del río para analizar los microorganismos que contienen.
Este proyecto tiene también el objetivo de desarrollar una serie de instrumentos tecnológicos y sistemas robotizados para utilizarlos después en las perforaciones y en los análisis de las muestras. Uno de los retos de los científicos es demostrar que "sistemas robotizados son capaces de buscar rastros de vida bajo la superficie marciana", afirmó Stoker. "Una vez concluido el proyecto y con los sistemas completamente automatizados ejecutaremos un simulacro de perforación del subsuelo de Marte en el río Tinto", dijo.
Stoker indicó que "el área del río Tinto presenta analogías importantes con Marte, que pueden ayudar a la búsqueda de vida, en agua líquida, bajo el subsuelo del planeta". Aunque en ese planeta no existe el agua en forma líquida debido a que la superficie es demasiado fría y a que la presión atmosférica es muy baja, los expertos consideran que "bajo la superficie de Marte, a muchos metros de profundidad, existe agua. Para que haya vida tiene que existir agua y por eso la NASA está interesada en perforar para ver si encontramos microorganismos", señaló Stoker.
Según la investigadora las bacterias de este río juegan un papel importante en el mantenimiento de las condiciones de acidez del agua, al metabolizar el hierro y el azufre presenten en ese hábitat.
El alto contenido de hierro disuelto en el agua ácida del río le proporciona un color rojo intenso. Los científicos esperan encontrar bacterias similares en el subsuelo del río Tinto, donde el agua subterránea interactúa con los minerales. Esas bacterias podrían estar subsistiendo a base de compuestos químicos y minerales existentes bajo la superficie, sin interacción con el exterior: "El río Tinto tiene un tipo de bacteria única que vive en unas condiciones extremas y lejos de lo que se considera normal en otros hábitats. Esto podría ser parecido a lo que exista en Marte. Por eso pensamos que podemos encontrar vida subterránea en esta localidad", explicó Stoker.
Ricardo Amils Pibernat, microbiólogo del Centro de Astrobiología y de la Universidad Autónoma de Madrid, considera que en el subsuelo del río Tinto podrían darse los circunstancias para existiera vida sin necesidad de oxígeno. "De ser encontrado este sistema representaría un tipo vida subterránea completamente nueva y quizás análogo a lo que pudiera existir en el planeta Marte".
Las muestras sacadas del subsuelo del río se introducen en una cámara que contiene nitrógeno, nada de oxígeno, ubicada en el laboratorio. "De esa muestra se extrae una capa límpia y libre de contaminación que se somete a un proceso para analizar los microorganismos que contiene", explicó Felipe Gómez, químico biológico del Centro de Astrobiología español. "Lo más complicado es evitar que la muestra entre en la cámara libre de contaminación. Cuando se obtiene del fondo lo primero que hay que hacer es conseguir introducirla libre de restos de aire y de organismos", añadió.
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