La ONU retira a gran parte de su personal en Irak por falta de seguridad

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, decidió ayer reducir al mínimo la presencia de la organización en Irak al no poder garantizar su seguridad. La decisión, tomada después de dos graves atentados contra su sede en Bagdad, es un nuevo revés para el presidente de EE UU, George Bush, que intenta sin éxito lograr apoyos a una fuerza multinacional bajo su mando y a la reconstrucción económica del país. "No se trata de una evacuación, sólo estamos reduciendo temporalmente nuestro personal", aseguró el portavoz de la ONU. De los 600 trabajadores que había hace cinco semanas, ayer quedaban apenas unas decenas.

El pasado 19 de agosto, cuando un atentado causó la muerte de 22 personas en la sede de la ONU en Bagdad, entre ellas el enviado especial de Kofi Annan, Sergio Vieira de Mello, y el militar español Manuel Martín-Oar, la ONU tenía más de 600 personas en territorio iraquí. Aunque no oficialmente, Naciones Unidas había ido reduciendo su personal hasta los 86 que quedaban ayer. La mayoría se irán hoy o mañana.

Kofi Annan tomó esta decisión después de que sus principales asesores le recomendaran la evacuación total, tras un nuevo atentado, el pasado lunes, que causó un muerto y varios heridos en la misma sede de la ONU. Los funcionarios que se encontraban dentro en el momento de la explosión, en el aparcamiento del hotel Canal, se rebelaron. "¿Cuántas personas más tendrán que morir para que podamos realizar nuestro trabajo con seguridad?", se preguntaba la portavoz de la ONU en Bagdad, la española Antonia Paradela.

La evacuación parcial de la ONU es un nuevo varapalo a Bush, que ha regresado a Washington con las manos vacías tras dos días en la Asamblea General de la ONU. Pese a las buenas palabras de unos y otros líderes, Bush aún no ha conseguido tropas ni dinero para reforzar su presencia en Irak. Los congresistas también han recibido con críticas las peticiones de más gasto.