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Una ONG arroja cientos de litros de leche caducada al alcantarillado

Los Verdes denuncian que el vertido contamina la red

Oriol Güell

Arrojados en la alcantarilla. Así terminaron en agosto pasado parte de los 15.408 litros de leche que la Unión Europea donó en abril a la Cruz Roja de Móstoles para su reparto entre los colectivos más desfavorecidos. La leche fue desechada al cumplirse su fecha de caducidad antes de ser distribuida, según los Verdes. Éstos basan su denuncia en declaraciones y vídeos de voluntarios para asegurar que han sido "varias toneladas" las que han ido al alcantarillado, lo que puede originar una grave contaminación en las aguas residuales. Cruz Roja admite que fue un "grave error", pero reduce la cantidad arrojada a 300 litros.

Varios voluntarios de la Asamblea de Móstoles de la Cruz Roja recibieron una extraña orden en la noche del 11 de agosto: "Teníamos que tirar tres palés de leche a la alcantarilla que hay en el patio de la base. La leche estaba en tetrabriks, por lo que los rajábamos uno a uno con un cuchillo para ir más rápido", explicó ayer un voluntario. La cantidad exacta de leche desechada no ha podido ser determinada por EL PAÍS, ya que las versiones facilitadas por los Verdes y por la Cruz Roja (según documentos internos) son muy dispares.

Un portavoz del Ayuntamiento de Móstoles ha conocido lo sucedido a través de EL PAÍS. "No teníamos conocimiento de este hecho. La Cruz Roja nos pidió ayuda para desprenderse de una tonelada de leche que había caducado".

Los Verdes aseguran que fueron varios los palés de producto lácteo que fueron arrojados a la alcantarilla y que la cantidad de leche que cabe en cada uno de ellos supera la tonelada. La Cruz Roja, por su parte, admite que la orden de arrojar la leche fue un "lamentable error", pero asegura que sólo se tiraron de 200 a 300 litros.

La leche desperdiciada corresponde al lote de Móstoles del Plan de Ayuda a Necesitados 2003, mediante el cual la Cruz Roja distribuye alimentos donados por la Unión Europea entre los colectivos desfavorecidos. Móstoles recibió 15.408 litros de leche, 15.576 kilos de natillas, 11.484 kilos de galletas, 1.746 kilos de salchichas y otras cantidades de arroz, galletas, queso y vacuno, según documentos de la Cruz Roja.

La base local de Móstoles asumió con la organización nacional de la Cruz Roja un compromiso que luego no ha podido cumplir. "La entidad receptora [la base local de Móstoles] declara que los alimentos que recibe serán distribuidos dentro del plazo de caducidad y gratuitamente para su consumo entre 3.000 personas necesitadas. Los alimentos que no se puedan distribuir por cualquier causa (caducidad, deterioro, etcétera) serán devueltos a Cruz Roja Española", establece la documentación interna de la institución.

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La base local de Móstoles no cumplió ninguno de los dos compromisos: repartir los alimentos y, en caso de no hacerlo, comunicarlo a la oficina central. "Estos han sido nuestros errores. Estamos estudiando todo lo sucedido para evitar que esto se repita", explicó un portavoz.

Almacenes

Según los voluntarios, casi 7.000 litros de leche quedaron sin repartir y acabaron caducando. La Cruz Roja reduce esa cantidad a menos de dos toneladas. "Nuestros números son claros: hemos remitido 1.000 kilos al Ayuntamiento para su gestión como residuo, 200 o 300 litros fueron a la alcantarilla, y el resto aún está en nuestros almacenes", explicó una portavoz.

Los voluntarios también aseguran, según puede verse en los vídeos, que varios palés de natillas han quedado también sin distribuir y que actualmente se amontonan en los dos almacenes que la Cruz Roja tiene en Móstoles.

La Cruz Roja atribuye el vertido de leche a una desafortunada decisión de los responsables de la base de Móstoles. Habría bastado una llamada al Ministerio de Agricultura para que éste asumiera la gestión de la leche como residuo. Esto es precisamente lo que ha hecho ahora la Cruz Roja con el resto de la leche pasada de fecha.

Fuentes de la base local de Móstoles explican que la decisión de tirar el alimento a la alcantarilla pudo estar motivada "porque no es fácil admitir ante las administraciones que no se ha sido capaz de repartir toda la leche, no sea que den menos el año que viene".

Estas mismas fuentes añaden que lo que ha ocurrido este año es que "Móstoles se ha visto obligado a asumir más alimentos de los que puede distribuir porque otras bases locales de la región han preferido curarse en salud y hacerse cargo de cantidades menores".

Los Verdes denuncian que "la leche caducada es un residuo orgánico que en grandes cantidades y con el calor de agosto puede provocar un grave problema de salud pública". El partido añade que estudia presentar una denuncia por lo ocurrido, que estaría basada en las imágenes de vídeo grabadas por los voluntarios.

"La leche es un nutriente de primer orden que cuando llega a los cauces de las alcantarillas alimenta a todos los microorganismos que allí viven, lo que puede repercutir de forma negativa a los espacios habitados cercanos", añaden los responsables de los Verdes.

La Consejería de Medio Ambiente califica el vertido de "no permitido". "La Cruz Roja no está autorizada para tirar estos residuos al alcantarillado", explicó un portavoz. Éste añadió que no es su competencia investigar lo sucedido. "Al haber producido en la red de alcantarillado, debe ser el Ayuntamiento el que investigue cualquier denuncia".

Un portavoz de la concejalía de Medio Ambiente manifestó que ha conocido los sucedido a través de EL PAÍS. "No teníamos conocimiento de este hecho. La Cruz Roja nos pidió ayuda para desprenderse de una tonelada de leche que había caducado y nosotros la hemos ayudado en lo posible".

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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