Un angelito en el contenedor
Dos panaderos de Barcelona hallan a una niña recién nacida abandonada en una bolsa de basura
El horno del pan le dio a Mercè, un bebé de ojos rasgados y piel dorada, el calor que se le negó al nacer. Pasadas las cinco y medio de la madrugada de ayer, unos panaderos del barrio de Sants de Barcelona hallaron a la recién nacida dentro de un contenedor, unida todavía a la placenta y el cordón umbilical. "La cubrimos enseguida con una manta y la colocamos junto al horno del pan, porque el instinto nos dijo que necesitaba calor. Inmediatamente, llamamos a la policía", explicaba ayer por la tarde, todavía consternado, José López, uno de los trabajadores de la panadería Badal.
Faltaban unos quince minutos para las seis de la madrugada cuando su compañero, José Luis Monroy, se disponía a coger el automóvil de la empresa para "hacer el reparto" cuando oyó unos "gemidos" que surgían del contenedor y que al panadero le parecieron "similares a los de un gato". José Luis, ayudado por su compañero, tuvo que introducirse en el contenedor para sacar la bolsa, la única que había, ya que hacía unas horas, afortunadamente, que el camión se había llevado las basuras. Los dos hombres trasladaron la bolsa al establecimiento y al abrirla descubrieron que se trataba de un bebé. "Sangraba por la boca y estaba moradito. Seguramente habría muerto cinco o diez minutos después si no lo hubiéramos encontrado", señaló José López.
Miembros del Servicio de Urgencias Médicas 061 y agentes de la policía nacional trasladaron al bebé al hospital, donde le administraron antibióticos "dado el elevado riesgo de infección que presentaba al haber estado expuesta a gérmenes", explicó ayer el doctor Xavier Krauel, del Servicio de Neonatología del Hospital de Sant Joan de Déu. Mercè -así la bautizaron las enfermeras que la atendían en honor a la patrona de la ciudad de Barcelona, que hoy celebra su festividad-, superaba los 3,5 kilos y parece ser que el embarazo había llegado a término. Sin embargo, deberá permanecer al menos 24 horas en la incubadora para recuperar calor, ya que sufría una leve hipotermia (32 gados).
En la panadería Badal no se hablaba ayer de otra cosa que del hallazgo del bebé. "¿Cómo puede alguien abandonar a este angelito?", se preguntaba la madre de José López. Su compañero José Luis Monroy acudió ayer al hospital para llevar a la niña un hermoso ramo de flores y no descartó pedirla en adopción. La niña está ahora bajo tutela de la Generalitat.
La policía pidió la colaboración de los vecinos para hallar a la madre, que podría ser de origen asiático o iberoamericano, según los rasgos del bebé. La policía también pidió a los hospitales por si alguna mujer ingresaba con hemorragias o signos de haber dado a luz.
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