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Los avances sobre regeneración cardiaca auguran ensayos clínicos para 2004

El infarto de miocardio podría tratarse con proteínas estimulantes de las células madre

Sin una buena pregunta en mente, los investigadores están perdidos. En cardiología, en la que el músculo cardiaco había quedado relegado al papel secundario de simple bomba inyectora, una de las grandes preguntas es ésta: "¿Por qué envejece el corazón cuando existen células capaces de mantenerlo joven?". La formula un investigador mallorquín afincado en EE UU desde hace 31 años, Bernardo Nadal-Ginard. Dicho en términos más concretos y prácticos, la cuestión que plantea es cómo aprovechar este potencial rejuvenecedor para tratar la insuficiencia cardiaca y el infarto.

Hace apenas tres años estas preguntas no eran siquiera planteables. Para hacerlo ha habido que derribar el dogma de que las células del corazón que se mueren ya no se reemplazan, empresa de la que se ha encargado en buena medida el Instituto de Investigación Cardiovascular del New York Medical College, dirigido por el italiano Piero Anversa y donde Nadal-Ginard es uno de los investigadores principales. Sólo en lo que va de mes, este grupo ha publicado tres importantes artículos en Proceedings of the National Academy of Sciences (2 de septiembre), Circulation Research (4 de septiembre) y Cell (19 de septiembre), en los que se aportan pruebas crecientes de que el corazón dispone de células madre capaces de regenerar el tejido muscular y su red vascular tras un infarto.

"La existencia de estas células y la capacidad de activarlas para producir la regeneración del músculo cardiaco confirma nuestra observación original de que el músculo cardiaco se regenera continuamente", señala Nadal-Ginard. Aunque el trabajo de Cell se ha realizado con ratas, el investigador reconoce que disponen de "información semejante para humanos".

"Ya hemos determinado dónde residen las células madre y estamos desarrollando estrategias para movilizarlas y hacerlas migrar a las zonas dañadas del corazón. En su momento, estableceremos protocolos de ensayos clínicos de fase 1 para remitir a la FDA", afirma Piero Anversa. Se prevé que estos ensayos clínicos empiecen en 2004, según Nadal-Ginard. En un principio, para comprobar la seguridad del tratamiento (proteínas estimulantes de las células madre), se ensayará en pacientes con insuficiencia cardiaca grave por infarto que están en lista de espera para recibir un trasplante.

Los ensayos clínicos, advierte el investigador español, son siempre largos y es una temeridad pensar que este "avance promedor" se va a traducir pronto en tratamientos.

En palabras de Nadal-Ginard, el gran reto que tienen ante sí los investigadores es "desarrollar un método que sea efectivo y práctico para producir esta activación en humanos en una forma que sea clínicamente efectiva y económica para poder aplicarla a la mayoría de pacientes con infartos o con insuficiencia cardiaca".

Quedan, además, muchos interrogantes científicos por resolver. Falta por saber, por ejemplo, dónde se originan las células madre presentes en el corazón que dan lugar a los nuevos miocitos (células musculares del corazón). La médula ósea es una fuente comprobada de estas células, que llegan al corazón a través de la circulación. Lo que hay que comprobar es si éste es el único origen o parte de estas células están en el corazón desde la vida embrionaria.

Para discernirlo, " ya hay experimentos en marcha", según Nadal-Ginard, que aclara: "Las células madre presentes en el corazón tienen unas características diferentes de las que se pueden obtener directamente de la médula ósea, lo que parece indicar que han permanecido en el miocardio durante largo tiempo, o al menos tiempo suficiente para adoptar un fenotipo específico y diferente de otras células madre".

Lo que buscan los investigadores es entender por qué estas células, que tienen la capacidad de regenerar el miocardio, y lo hacen cuando se estimulan adecuadamente, no lo hacen espontáneamente. "En un trabajo que está ahora en la fase de revisión en otras revistas, hemos demostrado que estas células se pueden activar in situ, sin sacarlas del corazón y obtener una regeneración idéntica a la que hemos descrito en Cell", explica Nadal-Ginard.

Finalmente, hay una línea de investigación que puede poner en relación las dos principales causas de mortalidad en los países occidentales. Los problemas pendientes para entender la biología del miocardio son, según Nadal-Ginard, el reverso de la moneda del cáncer: "En el caso del corazón, los miocitos se salen del ciclo celular de forma irreversible en cuanto maduran. Conocer este bloqueo es fundamental para entender por qué la célula neoplásica no se puede salir del ciclo celular. El problema de la neoplasia es la resistencia a la apoptosis [muerte celular programada], mientras que el problema de la insuficiencia cardiaca es la apoptosis exagerada de los miocitos".

Bernardo Nadal-Ginard.
Bernardo Nadal-Ginard.JOSÉ LUIS PINDADO /DIARIO MÉDICO

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