Iztueta asegura que no hay vuelta atrás en la reforma del Bachillerato
La consejera de Educación, Anjeles Iztueta, se mostró ayer rotunda al certificar que no hay vuelta atrás en la última reforma del Bachillerato que su departamento realizó el pasado mes de junio y que ha causado la indignación en el seno de la comunidad educativa, representada por padres, profesores y directores de institutos. Iztueta considera que el tema está "cerrado" y que la solución por la que ha decantado su departamento, de suprimir una hora semanal de la asignatura optativa pasando de 4 a 3, es "la única posible" y la "mejor" que ha podido encontrar la consejería que ella dirige.
Al quitar esa hora, los alumnos ya no pueden elegir como asignatura optativa una de las de modalidad de cualquiera de los Bachilleratos que ellos no cursan para completar su currículum, ya que esas materias tienen asignadas 4 horas. Así, los estudiantes no pueden jugar hasta el último momento a elegir dos carreras y se ven obligados a escoger desde el primer curso. La cuestión será debatida en las próximas semanas en el Parlamento vasco a instancias del PSE.
La remodelación impulsada por el departamento tiene su origen en la presión ejercida los meses anteriores por los profesores de Historia y de Filosofía para recuperar la hora semanal que la consejería les había quitado en una reforma anterior y cuya materialización iba a ser este curso.
Según explicó Iztueta, todo arranca de la necesidad de adaptar el sistema educativo vasco al decreto de Humanidades aprobado por el Gobierno central. "Teníamos que aumentar las horas de Historia y de Filosofía en el Bachillerato (que antes habían suprimido), por lo que se ha decidido por reducir las horas de las asignaturas optativas", zanjó.
Alumnos discapacitados
Iztueta realizó estas declaraciones en el colegio Amor Misericordioso, de Bilbao, al que acudió para abrir simbólicamente el curso escolar 2003-2004, después de haberlo hecho las semanas anteriores en otros dos colegios de Vitoria y de San Sebastián. La consejera aprovechó la ocasión para referirse al tratamiento que el sistema educativo vasco ofrece a los alumnos que sufren algún tipo de discapacidad.
La consejería destina 96 millones de euros al año para atender a estos estudiantes, que en Euskadi ascienden a un total de 7.649. La inversión económica permite, entre otras cosas, fortalecer la atención escolar con un profesor de apoyo por cada tres niños con alguna discapacidad. La formación específica de estos docentes se encamina hacia la pedagogía terapéutica, logopedia, audición y lenguaje.
A este apoyo se suman las ayudas individuales que el Departamento de Educación concede para el transporte escolar, el material especializado y para la supresión de barreras arquitectónicas en los centros educativos. "Nuestro objetivo", afirmó la consejera, "es que estos niños estén bien atendidos".
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