Los ecologistas critican la unión de Medio Ambiente y Urbanismo si gana el Partido Popular

La asociación Ecologistas en Acción afirmó ayer que la fusión de la Consejería de Medio Ambiente con la de Urbanismo, como pretende el PP si Esperanza Aguirre gana las elecciones del próximo 26 de octubre, "es un paso más para la especulación", al tiempo que "le resta competencias a Medio Ambiente, una consejería ya mermada". (Véase EL PAÍS de ayer). María Ángeles Nieto, coordinadora de esta asociación en Madrid, declaró a Europa Press que la Consejería de Medio Ambiente es un organismo autónomo e independiente "y debe seguir funcionando de esa forma". "Esta nueva medida lo único que haría es restar valor y competencias a Medio Ambiente", aseguró.

En su opinión, señalar que la unión de ambas consejerías podría agilizar la gestión de los permisos o denegaciones medioambientales es "una estupidez, pues, aunque estén en el mismo edificio, se supone que serán direcciones generales distintas las que los tramiten, así que el tiempo será el mismo". Nieto indicó que las políticas de Medio Ambiente y Urbanismo "deben estar integradas", aunque precisó que la fusión supondría la desaparición de la consejería. "Lo que pretenden es quitar las competencias a Medio Ambiente, que es lo que se ha hecho en los últimos años de forma encubierta", concluyó.

Por su parte, el secretario de Organización de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Antonio Romero, calificó ayer de "falta de respeto" a los madrileños y a su voto el hecho de que la candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dé a conocer los nombres de quienes ocuparán cargos en ese "dudoso Ejecutivo", sobre todo cuando los ciudadanos todavía no se han pronunciado en las urnas.

Además, Romero aseguró que a Aguirre le ha traicionado el subconsciente cuando habla de "reparto de botín", y lo ha tenido que hacer para apaciguar las "disputas y peleas del PP" a más de un mes para las elecciones.

Asimismo, subrayó que a Aguirre sólo le preocupa callar las voces de sus compañeros que, "sin rubor", empiezan a hablar de los errores de la candidata.