"El OIEA no ha sido capaz de garantizar la no proliferación"

En un momento de grave crisis del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, el embajador de España ante la ONU en Viena, Antonio Núñez García-Saúco, asumió ayer la presidencia anual de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), órgano ejecutivo con 35 Estados miembros, encargado de tomar las más importantes decisiones en el terreno de no proliferación.

Pregunta. ¿A qué se refieren los portavoces del OIEA cuando dicen que el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, que data de 1969, "padece estrés"?

Respuesta. Son los años más difíciles y complicados de la agencia. Las tres grandes crisis anunciadas han tocado el corazón más sensible del OIEA: Irak, Irán y Corea del Norte. Hay consenso en que la organización no ha sido capaz de garantizar que determinados países no desarrollaran programas militares de naturaleza nuclear. Hay un factor político debido a la falta de voluntad de los países a colaborar con el organismo. Y un factor legal, dado que 21 países con programas nucleares no han firmado el Protocolo Adicional que permitiría al OIEA inspecciones generalizadas para todas las instalaciones nucleares de un país, incluso sin previo aviso.

"Tres grandes crisis han alcanzado el corazón del OIEA: Irak, Irán y Corea del Norte"

P. Irán se encuentra bajo sospecha de fabricar armamento nuclear, sobre todo desde que se descubrieron sus actividades de enriquecimiento de uranio. La semana pasada, la Junta de Gobernadores dio de plazo a Teherán hasta el 31 de octubre para esclarecer todos los detalles de su programa nuclear y firmar el Protocolo Adicional. ¿No es un plazo demasiado breve?

R. Aunque el plazo puede ser considerado corto por algunos, la mayoría entendió que sería factible cumplirlo si Irán coopera de forma clara y determinante. Tratamos ahora de encontrar una solución a un proceso de más de diez años en que Teherán debería haber declarado actividades e importaciones que no declaró en su día.

P. A la Junta de Gobernadores, en la que usted participó tres años como gobernador y por último como vicepresidente, se le critica que en los últimos tiempos actúa bajo fuerte influencia de EE UU.

R. Todos los países y grupos tratan de defender sus intereses influyendo sobre los demás. De hecho, existe un consenso bastante generalizado de que gran parte de la cooperación que se ha obtenido de Irán se debe a la presión ejercida.

P. Es un secreto a gritos que Israel dispone de la bomba atómica, si bien no declarada. Los 14 países árabes y los palestinos han presentado un proyecto de resolución por primera vez desde 1991 para que el OIEA exija a Israel adherirse al TNP y renunciar a sus armas nucleares. Sin embargo, el asunto no trasciende. ¿Por qué?

R. Lo que cada año se aprueba es una resolución instando a contribuir a la creación de una zona libre de armas nucleares y a una mejor aplicación de las salvaguardias, especialmente en Oriente Próximo. Pero Israel está fuera del TNP y no podemos obligar a ningún país a firmarlo. El principio de No Proliferación no tiene la universalidad que desearíamos. La prueba está en el surgimiento de potencias nucleares como India, Pakistán, Israel, que no firmaron el Tratado, o Corea del Norte, que ha intentado salirse del Tratado a principios de año. Pero el OIEA no ha reconocido su salida por su incumplimiento de los requisitos formales.

P. ¿Qué argumentos hablaron a favor de que un representante de España asumiera la presidencia del órgano ejecutivo del OIEA en momentos tan cruciales?

R. España está considerado país con excepcional capacidad de diálogo. Podemos hablar con la misma credibilidad a EE UU y a Irán, a Libia y a Israel, a Canadá y a Rusia... Es destacable que España esté ocupando en estos momentos los puestos de mayor relevancia en instituciones de la ONU claves en crisis mundiales: es miembro del Consejo de Seguridad, dirige el Comité de Lucha contra el Terrorismo y ahora la Junta de Gobernadores del OIEA.