"El 25% de nuestros juguetes es electrónico"
La revista Fortune ha escogido a Lego como juguete del siglo. Los ladrillos de plástico de esta empresa danesa se han vendido por millones en todo el mundo. Ahora la pregunta es si el fabricante, que en 2002 tuvo unas ventas de 1.538,6 millones de euros, es capaz de resistir el avance de las consolas de videojuegos. Lars Risager es su director para Europa del Sur.
Pregunta. ¿Lego se ha resentido del auge de las consolas de videojuegos?
Respuesta. El mercado del juguete ha sufrido un cambio importante y también nosotros lo hemos notado.
P. ¿Desde cuándo?
R. La primera ola fue hace 20 años, con los primeros juegos electrónicos. Nosotros también estamos metidos en este campo. Tenemos una línea que lanzamos hace un par de años, que quizá es el primer juguete que vincula lo virtual y el juguete físico que vas construyendo. También hemos llegado a un acuerdo con Electronic Gags en el que nosotros desarrollamos la idea del producto y ellos hacen la producción.
"Hemos invertido en cosas que están muy lejos de nuestro negocio principal, como los parques temáticos, que aún no son rentables"
P. ¿Qué parte del negocio de Lego corresponde a estas innovaciones?
R. Es muy difícil de decir, pero diría que hasta un 20%-25% de nuestros juguetes ya tienen algún elemento electrónico. Lo que para nosotros es importante es que lo electrónico sólo esté si aporta algo a la experiencia de jugar.
P. ¿Cree que eso es lo que buscan los niños?
R. Nosotros también hemos hecho juegos para consolas, la diferencia es que se trata de juegos en los que el niño tiene que participar activamente, descubrir cosas. Es importante encontrar un equilibrio entre lo virtual, sus manos y su cabeza para desarrollar todas sus capacidades.
P. ¿No cree que Lego gusta más a los padres que a los niños?
R. Sinceramente, no. Quizás el freno para nosotros pueda ser que en un momento dado los padres no siempre están viendo la necesidad de los niños de jugar con juguetes diferentes.
P. ¿Cómo se ha traducido el auge de las consolas en las cifras de Lego?
R.
El crecimiento de nuestras ventas ha sido muy fuerte, en torno al 30%, en los últimos dos años (2001-2002) en todo el mundo. En los últimos cinco, el crecimiento ha sido del 50% en un mercado que está estancado.
P. ¿El beneficio ha crecido en paralelo?
R. Tuvimos un par de años con resultados bastante aceptables, pero también años difíciles, como 1998 y 2000.
P. ¿Por qué?
R. Porque estábamos invirtiendo muchísimo y no todas las innovaciones tuvieron éxito. Además nos metimos en muchas cosas que estaban lejos de nuestro negocio principal, como los parques temáticos. Ya tenemos cuatro, con seis millones de visitantes al año, pero aún no dan beneficio.
P. ¿Eso les ha hecho replantear su estrategia?
R. Lo hicimos hace un par de años. Nuestro objetivo es centrarnos en juguetes creativos, aunque seguimos invirtiendo en otras cosas.
P. ¿En cuántos países fabrican sus productos?
R. Mayoritariamente en Europa, y también en Estados Unidos y Corea del Sur.
P. ¿Por qué están tan separados esos centros?
R. Por razones históricas y de necesidad. En Estados Unidos, por ejemplo, era muy difícil hacer llegar nuestros productos. Con Corea, que fue la última, queríamos abrir el mercado asiático.
P. ¿Y a pesar de ello siguen siendo una empresa europea?
R. Tres cuartas partes de nuestra producción y nuestras actividades están en Europa y no queremos cambiar. Ahora estamos muy bien en algunos segmentos, pero por ejemplo en edades preescolares no tanto. Por muchas razones los consumidores no nos reconocen en este campo. Estamos creando nuestros productos para este segmento.
P. ¿Qué presencia tienen en España?
R. Unas 25 personas, sobre todo de marketing y ventas. Desde Madrid se lleva también Portugal. Nuestra cuota de mercado está entre el 3% y el 4%. Hay países europeos, como Alemania, Suiza, Austria, Bélgica, Noruega o Suecia, donde llegamos al 15%. Ése sería el objetivo a largo plazo.
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